Kenji estaba en contra de la violencia, recuerda
La violencia engendra más violencia. El hermano de Kenji Goto, el periodista japonés ejecutado por el Estado Islámico, pidió poner coto a la espiral de sangre que se ha desatado en el Oriente Medio tras el asesinato de su hermano y del otro rehén japonés, Haruna Yukawa.
«Yo no quiero que la cadena de derramamiento de sangre continúe», dijo Junichi Goto en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, en referencia a los dos terroristas que Jordania ejecutó en represalia por la muerte del piloto jordano que el Estado Islámico mantenía como rehén.
A su juicio, tales actos colisionan con el espíritu de Kenji, que trabajaba por la paz. «El ciclo de derramamiento de sangre era lo contrario de lo que él quería transmitir», subrayó.
Junichi llegó a creer que Kenji sería canjeado por la terrorista cuya liberación exigía el EI, pero cuando el plazo impuesto por el grupo extremista se cumplió sin que se llegara a ningún acuerdo, temió lo que finalmente ocurrió.
Pese a todo, destacó la impresión que le causaron las imágenes difundidas por el EI: “Kenji no parecía temeroso en absoluto. Yo creo que mostró dignidad”.
Junichi elogió a su hermano, de quien se sentía orgulloso. “Él arriesgó su vida para hacer un trabajo maravilloso”, manifestó.
Kenji y Junichi no se veían mucho últimamente, pero mantenían una buena relación. El periodista le enviaba a su hermano sus libros y le informaba sobre sus reportajes.
Junichi recordó que Kenji lo ayudó hace 10, 15 años, enseñando en la escuela especializada que dirige y que era un profesor “estricto, amable y muy apasionado”. (International Press)
