Tenía un hacha desde la secundaria
La estudiante de la Universidad de Nagoya que en diciembre pasado asesinó a una anciana que la invitó a formar parte de un grupo religioso confesó a la policía que también envenenó a una compañera de clase cuando ambas estudiaban en la preparatoria, informó Kyodo.
Tras ser envenenada, la condiscípula de la asesina cayó enferma y reportó una pérdida de visión, lo que la obligó a abandonar por un tiempo la escuela.
La policía halló en el apartamento de la estudiante productos químicos sospechosos.
La universitaria de 19 años tuiteó el año pasado que había comprado sulfato de talio y que estaba evaluando su letalidad, cree la policía, que está investigando si esta sustancia figura entre los productos encontrados en su apartamento.
La estudiante, cuyo nombre se mantiene en reserva por ser menor de edad, está acusada de haber matado con un hacha a Tomoko Mori (77) en su apartamento el 7 de diciembre.
La joven confesó que tenía deseo de matar a alguien desde que era niña y que tenía el hacha desde que estudiaba en secundaria.
La estudiante, según la policía, solo estaba esperando una buena oportunidad para asesinar a cualquier persona, pues le daba lo mismo quien fuera. (International Press)