Político ultraderechista revela que odia a la gente de los países comunistas
El controvertido exgobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, cumplió su promesa y anunció el fin de su carrera política de casi 50 años tras perder en las elecciones a la Cámara Baja, informó Japan Times.
«No me arrepiento. Me siento aliviado», aseguró el veterano político.
Ishihara, consejero del Partido para las Generaciones Futuras, había dicho que renunciaría a la política si no era elegido como parlamentario.
El partido al que asesora, que propone la creación de una nueva Constitución para Japón, solo ganó dos asientos el domingo.
«Creo que el público tiene poco interés en la Constitución. Lamentablemente, los que realmente sienten la necesidad de cambiar la Constitución se han convertido en una especie rara», declaró.
Con respecto a las relaciones entre Japón y China, Ishihara acusó a este país de avivar la disputa por las islas Senkaku, cuya soberanía posee Tokio y reclama Pekín.
El exgobernador de la capital japonesa dijo que si fuera primer ministro de Japón “ahuyentaría” a las embarcaciones chinas que penetran en aguas japonesas.
Ishihara también se refirió a una entrevista que le hicieron hace poco en una revista. “Me preguntaron qué era lo que más quería hacer, así que les dije que era luchar una guerra contra China y ganar. Lo dije como ciudadano japonés».
Cuando le preguntaron si les gustan los chinos, dijo que no y que él odia a la gente de los países comunistas.
El político ultraderechista ha sido criticado varias veces por declarar contra los homosexuales, los inmigrantes y las mujeres (de ellas llegó a decir que tras la menopausia no sirven para nada). (International Press)