Es el quinto mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero
Japón emitió un volumen récord de gases de efecto invernadero durante el ejercicio fiscal 2013, según muestran los datos preliminares publicados hoy por el Ministerio japonés de Medio Ambiente.
Según las cifras, el país asiático lanzó a la atmósfera 1.395 millones de toneladas de estos gases durante el pasado año fiscal, que transcurrió entre 1 de abril de 2013 y el 31 de marzo de 2014, lo que supone un 1,6 por ciento más que lo emitido en el curso 2012.
Además, dicho volumen constituye un récord histórico para Japón -quinto mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero- desde 1990, fecha desde la cual existen datos al respecto.
El Ministerio considera que el principal factor detrás de este aumento es el incremento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por el uso de hidrocarburos para la producción de energía eléctrica tanto en plantas térmicas como en el sector industrial y comercial.
El uso de fuentes fósiles para producir energía ha aumentado en Japón tras la desactivación del medio centenar de reactores nucleares comerciales del país a raíz del accidente en la planta atómica de Fukushima Daiichi provocado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
Teniendo en cuenta el apagón nuclear el Gobierno nipón estableció 2005 como año marco para sus objetivos a la hora de reducir emisiones.
Por ello, está tratando de recortarlas en un 3,8 por ciento para el ejercicio 2020 en comparación con las de dicho año.
No obstante, sus emisiones del curso 2013 superan en un 1,3 por ciento a las de 2005, cuando Japón emitió 1.377 millones de toneladas.
Tras presentar los datos, representantes del Ministerio de Medio Ambiente explicaron a la cadena pública NHK que la administración buscará potenciar las renovables en el archipiélago de cara a reducir la contaminación atmosférica producida.
Además, el actual Gobierno del primer ministro Shinzo Abe busca reactivar en 2015 los primeros reactores nucleares desde que el órgano regulador nipón estableciera este año nuevos criterios de seguridad más estrictos para las centrales tras el accidente en Fukushima.
Además de los efectos sobre el medio ambiente, la generación de electricidad en plantas termoeléctricas para compensar el parón de las nucleares está pesando de manera negativa sobre la balanza comercial nipona desde 2011 debido a la importación de hidrocarburos, ya que en este sentido Japón es muy dependiente del exterior. (EFE)
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