Premiado director japonés ha rodado dos películas este año
Ramón Abarca / EFE
La familia vuelve a ser la protagonista absoluta de las dos películas que el director nipón Hirokazu Kore-Eda ha rodado este año, mientras aguarda con distancia el resultado de la adaptación de Steven Spielberg de su premiada «De tal padre, tal hijo» (2013).
«La familia es un asunto muy interesante. Es cierto que es recurrente en mi filmografía pero ha ido evolucionando la manera en la que lo trato. Una cosa son las historias que conté como hijo a las que ahora cuento como padre», explica en una entrevista con Efe, el que ya es considerado como uno de los grandes realizadores del cine nipón.
Kore-Eda, de 52 años, recibirá el próximo día 19 el Mikeldi de Honor del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao (ZINEBI), que le dedicará un especial con la proyección de tres de sus primeros trabajos documentales así como su última película.
El certamen ha querido reconocer «la originalidad de su filmografía, el compromiso humanista que inspiran sus películas y su personal y relevante significación en el panorama del cine actual».
En su oficina del barrio tokiota de Shibuya, donde acumula repartidos por estanterías los numerosos premios recibidos durante su carrera, el director y guionista reconoce que se encuentra «un poco abrumado» tras el recién finalizado rodaje de «Umimachi Diary» («Diario de la ciudad de Mar»).
La película, que se estrenará en el verano de 2015, cuenta la historia de cuatro hermanas de entre 13 y 29 años que se reencuentran tras la muerte de su padre y deciden empezar a vivir juntas.
«Vuelvo a la familia pero de un manera diferente. Es una película más luminosa y de historias femeninas», explica sobre una cinta que ha reunido a actrices muy conocidas en Japón como Haruka Ayase y Masami Nagasawa.
Se trata de una adaptación del famoso manga homónimo, un género que ya le sirvió de inspiración en «Air Doll» (2009) y que reivindica por su potencial dramático.
«Fuera de Japón existe la concepción de que el manga es para niños, pero es un género fascinante con historias muy interesantes y complejas, como las novelas», explica Kore-Eda que reconoce sin embargo que su traducción al cine es muy difícil y que «muy pocas adaptaciones han resultado un éxito».
El cineasta, conocido por su estilo pausado, costumbrista y centrado en las relaciones personales y la idea de la ausencia, revela que este año ha rodado otra película, todavía sin título ni fecha de estreno, que recupera dos de los personajes de «Un día en familia» (2008).
«He querido trabajar de nuevo con Hiroshi Abe y Kirin Kiki. Quería insistir en esa relación entre madre e hijo. Pero unos años más tarde. El paso del tiempo, la edad, ha cambiado su manera de relacionarse. Es una historia muy personal», apunta el director tokiota sin querer dar muchos detalles de un proyecto del que no se ha publicado nada hasta el momento.
Su anterior trabajo, la aclamadísima «De tal padre, tal hijo», se estrenó en la sección oficial del Festival de Cannes de 2013 y consiguió el Premio Especial del Jurado, cuyo presidente era Steven Spielberg.
El «Rey Midas de Hollywood» se enamoró de la conmovedora historia de dos familias que afrontan la noticia de que sus hijos fueron intercambiados al nacer y decidió comprar los derechos para hacer un «remake» en inglés.
«La verdad es que no sé nada de cómo va el proyecto. Lo que haré es disfrutarla de manera relajada como espectador», apunta el director que reconoce sin embargo que le gustaría ver al actor Ethan Hawke como uno de los protagonistas.
El responsable de «Milagro» (2011) y «Afterlife» (1999), que en muchas de sus películas ha afrontado con magistral resultado el difícil reto de trabajar con niños, se muestra humilde cuando se le recuerda que a nivel internacional se ha convertido en un director de culto.
«Soy un autodidacta que viene de la televisión, como Takeshi Kitano. Aquí no hay escuelas para aprender cine. Por eso cuando voy a Europa me impresiona conocer a todos esos directores tan intelectuales y mucho mejor formados que yo», comenta este confeso admirador de Victor Erice, Wim Wenders o Ken Loach, o el surcoreano Lee Chang-dong.
Kore-Eda, que asume que es más conocido fuera que dentro de su país, no se muestra nada optimista con el panorama cinematográfico actual de Japón, donde el cine «lo copan caras famosas» y donde «en los últimos 20 años ha desaparecido totalmente la diversidad y la posibilidad de hacer o ver cine de autor».