Seúl también critica envío de ofrenda al santuario de Yasukuni
El Gobierno de Corea del Sur «deploró» el viernes la ofrenda del primer ministro nipón, Shinzo Abe, a un santuario donde yacen los restos de criminales de guerra, en un nuevo incidente diplomático desatado por el pasado imperialista de Japón.
El Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano señaló en un comunicado que «no puede sino deplorar» la acción de Abe, que regaló un árbol «masakaki» al Santuario de Yasukuni en Tokio, al igual que hizo el pasado abril durante el festival de primavera.
Rendir cualquier tipo de homenaje a este santuario que honra a todos los caídos por Japón entre finales del siglo XIX y 1945 equivale, según Seúl, a «negar el orden global y las condiciones bajo las que Tokio regresó a la comunidad internacional tras la II Guerra Mundial», expuso el departamento de Asuntos Exteriores surcoreano en el comunicado.
Además, la cancillería surcoreana instó a Japón a «no aferrarse a su oscura historia» y a «avanzar hacia un futuro brillante basado en la reflexión y el arrepentimiento sinceros».
El Santuario de Yasukuni, fuente habitual de polémica de Japón con Corea del Sur y China, alberga los restos de, entre otros, 14 políticos y oficiales del Ejército Imperial condenados como criminales de clase A por el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente por actos cometidos durante la II Guerra Mundial.
En Corea del Sur existe un fuerte sentimiento antijaponés que se remonta a la primera mitad del siglo XX, cuando el Imperio de Japón ejerció su dominio colonial sobre la Península de Corea entre 1910 y 1945.
De este modo, cualquier tributo del Gobierno nipón a algún símbolo de su pasado imperial es considerado como una grave ofensa por Seúl, lo que provoca frecuentes roces diplomáticos entre ambos países. (EFE)