Psicólogos piden un tratamiento continuo para las víctimas
Algunos senderistas que sobrevivieron a la erupción del monte Ontake el pasado 27 de septiembre sufren de un sentimiento de culpa, reveló Yomiuri Shimbun.
Los psicólogos han hecho hincapié en que estas personas necesitan una atención permanente, pues su situación podría empeorar si no son tratadas.
Una mujer de 30 años, que reside en Aichi, se atormenta preguntándose por qué sobrevivió. La erupción se produjo cuando estaba cerca de la novena estación. El remolino de humo negro volcánico y el aire caliente casi la asfixian. Cuando la atmósfera se despejó un poco, pudo descender del monte.
Su actitud con respecto a su supervivencia sufrió un vuelco. Al principio, se alegró de no haber muerto. Sin embargo, una vez en casa, cambió por completo. Mientras veía videos del desastre y se enteraba de que muchos excursionistas habían fallecido, pensó que ella también podría haber muerto y empezó a sentir náuseas y a desarrollar un sentimiento de culpa.
Esa noche no pudo dormir. En medio de la oscuridad, veía una y otra vez humo negro.
Su estado mejoró cuando hizo catarsis con unos amigos. Sin embargo, no piensa escalar montañas nunca más.
Un hombre de 56 años, también de Aichi aunque de otra ciudad, perdió cuatro amigos en el desastre. “Me siento terrible por los cuatro. Siento un gran dolor”, le dice a Yomiuri.
Incluso no sentía capaz de reunirse con las familias de sus compañeros. Gracias al apoyo de sus allegados, ha conseguido soportar las secuelas de la tragedia.
Hay casos en que la gente que sobrevive a un accidente o desastre, pero pierde a un ser querido, alberga un sentimiento de culpa por haber sobrevivido, según el Centro Nacional de Neurología y Psiquiatría de Tokio.
Por lo general, el periodo de recuperación puede tomar de dos a tres meses. No obstante, hay casos graves que pueden prolongarse seis meses o más o convertirse en trastornos de estrés postraumático. Por ello, el tratamiento continuo es fundamental. (ipcdigital)
