Consulta:
“Mi hijo no me dice nada, pero tengo miedo de que le estén hostigando. El tiene 10 años y es un poco tímido. Recientemente está m{as callado. Estoy escuchando sobre el ijime en las escuelas japonesas y me preocupa. ¿Dígame que debo hacer como madre?”
Respuesta:
Seguro que debe estar muy preocupada por su hijo, más aún ahora que lo ve callado recientemente. En estos momentos, aunque le sea difícil, para poder ser una ayuda para su hijo, lo más importante es la serenidad para reflexionar sobre lo más apropiado.
Primero, escuche bien a su hijo, no se apresure. Tan solo tome lo que él le diga. El peligro más común en el que podemos caer es ponerles palabras que nacen de las suposiciones de los padres, lo cual no siempre corresponde a lo que ha ocurrido o a lo que el chico quiere decir.
Aunque presuma que están hostigando a su hijo, no salte usted a la acción, que sería lo que más teme el niño, agravando la situación. Cuide de que él tome la decisión, esto es totalmente fundamental. Pregúntele que es lo que él querría que usted hiciera. Si especula que es necesario una intervención adulta, dígale su opinión pero si se opone a que usted vaya a la escuela, no lo haga. En caso de que un niño haya sido hostigado, lo más importante es que él pueda recobrar su sentido de control.
No lo trate con lástima o con una actitud de “pobrecito” que hiere su orgullo. Mas bien si él desea hacer algo, piensen juntos que alternativas y que acciones se podrían tomar. El hecho de que se sienta aceptado, comprendido, le dará fortaleza. Según palabras de personas que tuvieron experiencia de hostigamiento, lo más duro ha sido sentir que estaban solos y que no había nadie que los apoyara. Si su hijo tiene amigos en la escuela, esto de por sí será un gran punto positivo.
Si decide ir a la escuela después de que su hijo así lo desee, tome una cita con el profesor a cargo del aula que es la persona que se involucra más. Vaya con un intérprete si teme que habrá problemas de comprensión. Cuide de no ir en plan de pelea que no hará más que poner a su hijo en una posición difícil.
Tenga tacto para que tanto usted como el profesor no actúen de tal modo que la denuncia de hostigamiento empeore al considerar a su hijo un “soplón”, algo típico entre los chicos. Informe al profesor sobre lo que usted escuchó de su hijo. Si tiene pedidos, sea franca al hablarle, trate de buscar un aliado en el profesor para ver cómo resolver la situación siendo a la vez firme en lo que desee y vea posible.
De todos modos, si se contacta con el profesor, que no sea una sola vez, tenga continuidad para saber qué se ha hecho, qué cambios han surgido a través de sus acciones. Esto es algo sumamente importante. Nuestra perseverancia es un mensaje de para su hijo, para los profesores y para los niños que están hostigando.
Tan solo en caso de que no vea ninguna acción de parte del profesor a pesar de haber ido a la escuela varias veces, entonces tome el siguiente paso después de informar que llevará el caso al vice director o al director del colegio. Espero que no tenga que llegar a este extremo, pero si usted lo hace cuide siempre de que su hijo también decida al respecto para que se convierta en un gran apoyo.
Finalmente unas palabras sobre el hostigamiento o “ijime”. Esto no es un fenómeno aislado en el Japón, sino que es un problema mundial. Como información, según estudios de Román y Murillo (2011) sobre el hostigamiento en países latinoamericanos, haciendo una encuesta entre niños del 6to grado de primaria, en Perú, un 45,37% fue objceto de algún robo, un 34,39% tuvo experiencia de ser insultado y un 23.45% fue objeto de violencia física.
(*) Psicóloga clínica radicada en Japón. Contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp
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