Japón debe cumplir altos estándares ambientales que exige la Unesco
En junio de 2013, la Unesco declaró al Monte Fuji como Patrimonio de la Humanidad. La distinción fue un reconocimiento, pero sobre todo un desafío.
Japón tiene el reto de mantener el icónico volcán a la altura de su prestigioso estatus. Y las heces humanas son uno de los grandes problemas que enfrenta, reveló la NHK.
El descubrimiento de excrementos humanos a lo largo de algunas rutas en el Monte Fuji ha encendido la alarma entre las autoridades japonesas, que buscan la manera de protegerlo de la contaminación, reveló la NHK.
Un grupo de funcionarios del gobierno de la prefectura de Shizuoka examinó los senderos que conducen a la cima del Fuji.
Durante su revisión halló gran cantidad de basura y heces, por ejemplo, en la ruta Subashiri, a aproximadamente 900 metros de la quinta parada. Si bien se han instalado baños con contenedores de basura en muchos puntos, entre la quinta y la sexta parada no hay servicios higiénicos.
Las autoridades han pedido a los visitantes que se lleven consigo la basura o residuos que generen.
La Unesco es muy estricta con los estándares de preservación ambiental. La gran cantidad de heces y basura encontrada podría poner en tela de juicio la capacidad de Japón de mantener incontaminado el Fuji, advirtieron expertos.
Japón tiene que presentar un plan de conservación del volcán sagrado a la UNESCO en febrero de 2016.
Se estima que unos 300.000 turistas escalaron el Monte Fuji en la temporada que se inició el 2 de julio. (ipcdigital)