Por tercera vez en su carrera muerde a un jugador rival
El delantero uruguayo Luis Suárez volvió a mostrar hoy su cara más polémica, al propinar un mordisco en el hombro izquierdo al defensa italiano Giorgio Chiellini a los 79 minutos del encuentro que enfrentó hoy en Natal al conjunto charrúa con Italia.
Una «suerte» que no es ajena en el repertorio del atacante celeste, que ya se enfrentó a dos duras sanciones en el año 2010, cuando militaba en Ajax holandés, y en 2013, ya en las filas del Liverpool inglés, por morder a un rival.
El primero en «probar» la dentadura de Luis Suárez fue el centrocampista Otman Bakkal, que en noviembre de 2010 comprobó incrédulo cómo el uruguayo le clavaba los dientes en un hombro en un duelo de la Liga holandesa entre el Ajax, equipo entonces del jugador sudamericano, y el PSV Eindhoven.
Esa acción le costó al delantero uruguayo una sanción de siete partidos por parte de la federación holandesa, a los que sumó los dos encuentros con los que le castigó su propio club, que además le impuso una multa económica.
Un partido menos de suspensión de los que le costó a Suárez el mordisco que dio en abril de 2013 al defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic y por el que fue castigado con diez partidos por la federación inglesa.
Circunstancia que impidió al internacional uruguayo debutar esta campaña en la Liga inglesa hasta cumplida la quinta jornada, tras un intenso verano en el que, convertido oficialmente en el «chico malo» de la Premier League, parecía destinado a abandonar las filas del Liverpool.
Luis Suárez se encargó de transformar esa mala fama en admiración tras firmar una espectacular temporada con los «reds», que valió al uruguayo además del título de máximo goleador con 31 tantos, el de mejor jugador del campeonato, a criterio de sus propios compañeros de profesión.
Estrellato que Luis Suárez parecía destinado a ratificar en el Mundial de Brasil, donde el charrúa, tras perderse el primer choque con Costa Rica por lesión, anotó los dos tantos de la victoria (2-1) de Uruguay sobre Inglaterra.
Sin embargo, hoy Suárez volvió a ser protagonista por su versión más oscura, tras dejar una de las imágenes del torneo con el mordisco que propinó al defensa italiano Giorgio Chiellini cuando el marcador reflejaba un empate a cero que dejaba a los uruguayos fuera del torneo.
La eliminación la evitó unos minutos más tarde el gol del defensa Diego Godín, que situó a Uruguay, vigente campeón de la Copa América, en unos octavos de final de los que podría quedar fuera Luis Suárez si la comisión disciplinaria de la FIFA decide actuar de oficio. (EFE)
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