Mal arbitraje perjudica a Bosnia-Herzegovina
Bosnia-Herzegovina, la única selección debutante en el Mundial de Brasil, se despidió hoy al cabo de dos partidos en circunstancias crueles pues un gol legal de Edin Dzeko fue anulado por el árbitro Peter O’Leary, que minutos después concedió a Nigeria un tanto gestado a través de una falta evidente.
La derrota por 1-0 dejó sin puntos a los Lirios Dorados, a los que la mala suerte acosó desde su debut en el Mundial pues el defensa Sead Kolasinac marcó en meta propia a los 3 minutos y allanó el camino de la victoria final de Argentina por 2-1 en el Maracaná.
El punta Emmanuel Emenike partió hoy en velocidad por la banda derecha y literalmente se llevó puesto a su custodio con una falta evidente que el árbitro neozelandés Peter O’Leary pasó por alto.
Sin más obstáculos tras pasar por encima de Senad Lulic, Emenike, jugador del Fenerbahce, sirvió el balón al centro del área a Peter Odemwingie, quien con remate seco introdujo el balón en la portería tras filtrarlo entre las piernas de Asmir Begovic.
El gol se produjo nueve minutos después de que el árbitro neozelandés anulara la maniobra que comenzó con una potente arrancada en velocidad de Dzeko y terminó con un latigazo a la puerta sin que nada pudiera hacer Vicent Enyeama.
Tres minutos después, el mismo delantero del Manchester City volvió a dejar en evidencia la lentitud de los zagueros nigerianos pero con el gol concedido, pese a los airados reclamos del banco, los de Safet Susic entraron en un hoyo negro y perdieron el ímpetu.
Los decisivos errores de apreciación de O’Leary ayudaron a las Súper Águilas a completar en sus dos salidas cuatro puntos, que las aproximan a los octavos de final, fase en la que hoy se matriculó Argentina con seis puntos y a falta de una jornada para el cierre del grupo F.
Irán, que sigue con un entero, se jugará la última carta el próximo 25 de junio frente a Bosnia mientras que Nigeria chocará contra Argentina con la obligación de no perder para no comprometer su pase.
El segundo tiempo se jugó sin muchos argumentos tácticos pues Bosnia buscaba un gol para empatar y alargar su agonía hasta la última jornada de la fase de grupos.
Nigeria tuvo innumerables ocasiones para ampliar la ventaja a través de Emenike, toda una pesadilla para los zagueros, pero el guardameta Begovic se encargó de ahogar por lo menos tres oportunidades de gol. (EFE)