Gigante japonés impulsará PlayStation 4 y smartphone Xperia para salir de números rojos
El consejero delegado de Sony, Kazuo Hirai, recibió el jueves el apoyo mayoritario de sus accionistas después de que el gigante tecnológico nipón volviera a caer en números rojos en 2013, y prometió avanzar en la reestructuración de la empresa para mejorar sus resultados.
Hirai y una docena de altos cargos fueron respaldados durante la junta general de accionistas de Sony, en la que participaron más de 4.500 inversores de la empresa, según informó el diario nipón Nikkei.
El consejero delegado asumió su «responsabilidad» ante las críticas por la evolución de la empresa, pidió disculpas a los accionistas «por no responder de forma activa» a un entorno económico cambiante, e hizo hincapié en la necesidad de acelerar la remodelación de la compañía.
«Cambiaremos las estructuras que provocaron repetidas revisiones a la baja en nuestras previsiones de resultados y causaron pérdidas», afirmó Hirai en su intervención ante los accionistas, recogidas por el citado diario económico nipón.
Sony centrará sus esfuerzos en sus principales negocios -los videojuegos, la telefonía móvil y el audiovisual-, y tratará de impulsar las ventas de sus productos estandarte como la videoconsola PlayStation 4 y los smartphones Xperia, destacó el máximo responsable de la compañía.
El gigante nipón volvió a los números rojos en 2013 debido a que su proceso de reestructuración costó más de lo previsto, en especial el deshacerse del negocio de ordenadores, que acarreó a la compañía la pérdida de 355 millones de euros.
Durante el ejercicio fiscal 2013, Sony registró un resultado neto negativo de 128.400 millones de yenes (908 millones de euros), después de obtener un beneficio neto de 41.500 millones de yenes (295 millones de euros) el ejercicio anterior y de estar en números rojos entre 2008 y 2011.
Sony acordó vender Vaio -su deficitaria rama de ordenadores personales- a un fondo de inversión nipón el próximo mes, mientras que en febrero creó una nueva filial a partir de su división de televisores.
Ambas medidas se integran en el ambicioso plan de reestructuración que Sony puso en marcha tras perder unos 3.600 millones de euros en 2011, que entre otras medidas incluía desprenderse de sus áreas de negocio menos rentables y la reducción de su plantilla en unos 5.000 puestos hasta marzo de 2015. (EFE)
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