Otros 12 menores habrían muerto por la misma causa
Un niño de dos años murió en febrero pasado en el hospital de la Universidad Femenina Médica de Tokio tras recibir un sedante prohibido para menores, informó Jiji Press.
Toshimasa Yoshioka, presidente de la universidad, admitió en una conferencia de prensa ser «muy consciente” de su responsabilidad y se disculpó con la familia del pequeño.
La universidad reconoció que la muerte fue causada por la inyección de propofol. Sin embargo, el primer informe del hospital concluyó que el niño, que estaba conectado a un respirador artificial en una unidad de cuidados intensivos, falleció de causas naturales.
Tras la muerte del niño, la universidad inició una investigación para determinar si se habían producidos casos similares.
Entre 2009 y 2013, el hospital inyectó propofol a 63 menores de 15 años. 12 de ellos murieron. Atsushi Nagai, director del hospital, sostuvo que no cree que el sedante haya sido el causante de las 12 muertes. (ipcdigital)
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