Ladrón huye cuando empleada de 7-Eleven ignora su amenaza
Osaka. Miércoles 7 de mayo. 5:40 a. m. Un hombre, con la boca cubierta por un pañuelo, entra a una tienda de 7-Eleven. Se dirige al anaquel donde están los artículos de casa, toma un cúter y se acerca a la caja registradora, que está a cargo de una empleada de 54 años. Ambos están solos en el local.
El sujeto pone la cuchilla sobre el mostrador y le exige a la mujer: “Deme dinero”. Esta coge el cuter, lo escanea y le dice el precio.
Desconcertado, el hombre se excusa diciendo que va a buscar dinero, sale de la tienda con las manos vacías y huye en su automóvil.
Esta historia, que narra Mainichi Shimbun, ha causado perplejidad en las redes sociales en Japón.
En primer lugar, ¿qué clase de ladrón busca el arma con el que va a cometer un asalto justamente en el lugar que va a asaltar? ¿Qué clase de ladrón suelta el arma con el que está amenazando a su víctima dándole a esta la oportunidad de tomarla?
En cuanto a la empleada, son elogiables su sangre fría y sus agallas para no dejarse amedrentar por el hombre. Salvo que la mujer haya creído que el tipo era un cliente y que cuando este le pidió dinero ella haya entendido que le preguntaba por el precio del cúter. Además, seguro también pensó que un ladrón jamás soltaría el arma con el que perpetra un delito.
En todo caso, difícilmente se podrá encontrar un ladrón más torpe. (ipcdigital)
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