Abaratamiento del yen e incremento de la demanda en Japón y EEUU favorecen a empresa japonesa
Andrés Sánchez Braun / EFE
El mayor fabricante mundial de coches, Toyota Motor, logró un beneficio récord en 2013 gracias a la caída de la divisa japonesa y a que comercializó unos 245.000 vehículos más en todo el mundo y superó su máximo histórico en ventas, según anunció la compañía.
La compañía nipona se embolsó 1,82 billones de yenes (12.877 millones de euros) durante el último ejercicio fiscal, que en Japón concluyó el pasado 31 de marzo, lo que supone un 89,5 por ciento más que en el ejercicio anterior.
Del mismo modo, su ganancia operativa también fue récord al situarse en 2,29 billones de yenes (16.190 millones de euros), un incremento del 73,5 por ciento interanual, en gran parte gracias a que facturó 25,69 billones de yenes (181.471 millones de euros), un aumento del 16,4 por ciento, en concepto de ventas.
En total el fabricante de Aichi comercializó 9.116.033 vehículos en todo el mundo, un 2,76 por ciento más que en el ejercicio 2012, especialmente por su crecimiento en Japón (donde vendió un 3,80 por ciento más), y en Norteamérica (un 2,45 por ciento más), su principal mercado.
Además, al sumar todas sus marcas (Toyota, Lexus, Daihatsu y Hino), Toyota sumó 10,25 millones en ventas y se convirtió así en el primer fabricante del mundo en superar la marca de los 10 millones de unidades vendidas en un año.
De esta manera, la empresa ha logrado superar todos sus récords establecidos en el ejercicio 2007, considerado su año de referencia.
Y así lo recordó el presidente del grupo, Akio Toyoda, durante la presentación de la hoja de resultados en Tokio.
Toyoda estimó que lo logrado supone retornar «al punto de partida», tras un ciclo de cuatro años marcado por trabas como la crisis financiera iniciada con la caída de Lehman Brothers en 2008, la llamada a revisión de 10 millones de sus vehículos que llevó a la empresa a pérdidas en 2010 o el tsunami que golpeó Japón en 2011.
A su vez, el propio fabricante admitió que el 40 por ciento de su beneficio operativo en el ejercicio 2014, unos 900.000 millones de yenes (unos 6.347 millones de euros), responde exclusivamente al efecto favorable que tuvieron los tipos de cambio.
En este sentido, la política monetaria ultraflexible del Banco de Japón ha favorecido enormemente a los intereses de Toyota, ya que ha logrado abaratar el yen en más de un 10 y un 18 por ciento con respecto al dólar y al euro respectivamente entre abril de 2013 y marzo de 2014.
En línea con la filosofía de la empresa, basada en la mejora continua, Toyoda quiso contener el entusiasmo y habló por primera vez de trazar una estrategia para lograr un «crecimiento sostenible».
El bisnieto del fundador del gigante de la automoción insistió en que Toyota necesita «crecer paso a paso», y empleó como símil la imagen de un árbol que cada año añade un nuevo anillo a su tronco.
También recordó que debido a la gran envergadura del grupo «es importante no perseguir una expansión que resulte impracticable».
En su hoja de resultados, la compañía se mostró conservadora en sus pronósticos para el ejercicio 2014, que concluye el 31 de marzo de 2015 y en el que espera ganar 1,78 billones de yenes (12.571 millones de euros), un 2,4 por ciento menos que este año, y mantener su volumen de ventas en torno a los 9,1 millones de unidades.
El documento subrayó los «persistentes riesgos» que se presentan en el panorama actual, «especialmente en las economías emergentes», y predijo una intensificación de la competencia en las regiones más desarrolladas ante lo que considera «un cambio en la estructura del mercado» por la creciente concienciación ecológica del consumidor.
A esto hay que sumar los costes que deberá encarar para afrontar su última llamada a revisión anunciada el pasado 9 de abril, que pese a no ser tan grave como la de 2010 afecta a 6,39 millones de vehículos.
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