Arquitecto nipón es más reconocido en el extranjero que en Japón
El arquitecto japonés Shigeru Ban, flamante ganador del último Premio Pritzker, aseguró que no tiene ninguna influencia nipona y que «odia» usar el estilo arquitectónico tradicional de su país.
«Siempre quieren ver mis proyectos como japoneses, pero no tengo un estilo japonés. De hecho, odio usar el estilo tradicional japonés conscientemente y, como se puede ver, no tengo ninguna influencia japonesa», aseguró Ban durante una rueda de prensa en Tokio.
El arquitecto, de 56 años, se convirtió la pasada semana en el séptimo japonés en recibir el prestigioso galardón de arquitectura, que en 2013 recayó en su compatriota Toyo Ito.
Sin embargo, Ban, conocido por su comprometida carrera y sus construcciones de papel quiso confirmar que siempre ha sido un «outsider» en la brillante y fructífera escena arquitectónica de su país.
«Claro que tengo nacionalidad japonesa, pero no me reconozco como un arquitecto japonés. He estudiado y empezado mi carrera fuera y en Japón he tenido menos oportunidades», explicó el arquitecto, que cuenta con estudios en París, Tokio y Nueva York.
Durante la rueda de prensa, Ban reveló que le han propuesto llevar a cabo un proyecto en Brasil, y que aunque no está cerrado le hace «mucha ilusión».
«Me han propuesto diseñar un centro comunitario en el Amazonas que debería ser construido con árboles talados ilegalmente. Es una oportunidad maravillosa», aseguró risueño el arquitecto que en estos momentos trabaja en las labores de reconstrucción de las islas filipinas arrasadas por un tifón el año pasado.
Además, Ban tiene previsto crear un espacio en la embajada de Brasil en Tokio para que los aficionados puedan acercarse a seguir los partidos del Mundial de Fútbol que este verano se celebra en el país sudamericano.
El jurado del Pritzker subrayó al anunciar el premio el uso que Ban hace de materiales comunes como tubos de papel o contenedores de transporte y de otros poco convencionales como el bambú, el papel, el plástico o los compuestos de fibra de papel reciclado.
Así mismo reconoció su compromiso con las causas humanitarias a través de su trabajo de ayuda en caso de desastre en lugares como Ruanda, Filipinas, Haití e Italia.
Una de últimas obras, que le ha ayudado a ser reconocido con el Pritzker, es la catedral de Christchurch (Nueva Zelanda), ciudad devastada por un terremoto en 2011.
En 1995 Ban fundó una ONG llamada «VAN» (Red de arquitectos voluntarios), con la que ha trabajado tras terremotos, tsunamis, huracanes o guerras.
Licenciado en arquitectura en Nueva York, Ban es el séptimo arquitecto japonés en ser galardonado con el Pritzker tras Kenzo Tange (1987), Fumihiko Maki (1993), Tadao Ando (1995), el equipo de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010), y Toyo Ito el pasado año.
La ceremonia de entrega del premio se celebrará el 13 de junio en el Rijksmuseum de Amsterdam. (EFE)
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