El músico Mamoru Samuragochi, conocido como «el Beethoven japonés» por su supuesta sordera, pidió hoy perdón en lo que fue su primera aparición pública tras el escándalo que supuso la revelación de que no era él el autor de muchas de sus composiciones.
En una multitudinaria rueda de prensa en un hotel de Tokio, Samuragochi quiso disculparse leyendo una lista que incluía a todos aquellos que compraron sus discos, escucharon su música, fueron a sus conciertos, organizaron sus giras e incluso a las víctimas del tsunami de 2011 a las que dedicó unas piezas.
«Siento mucho los problemas que ha causado mi mentira», repitió en varias ocasiones el músico de 50 años que repartió entre los más de 200 periodistas asistentes un certificado médico sobre sus problemas auditivos.
El pasado febrero, Samuragochi desató un enorme revuelo en Japón tras reconocer que algunas de sus exitosas composiciones como «Sinfonía Nº1 Hiroshima» o bandas sonoras para videojuegos como «Resident evil», fueron compuestas por otro músico al que nunca se dio ningún crédito.
Días más tarde, el profesor de música Takashi Niigaki reveló que fue él el que durante 18 años compuso las piezas que «el Beethoven japonés» hizo pasar por suyas y añadió más leña al fuego al acusar al famoso músico de ni siquiera ser sordo.
Tras conocerse el fraude, la distribuidora Nippon Columbia decidió suspender las ventas y difusión de sus CDs tanto en tiendas como en internet, además de cancelar todos sus conciertos.
«Durante estos 18 años, yo siempre tenía miedo de que Niigaki revelara este secreto. El miedo iba en aumento. Cuando una cadena de televisión hizo un programa sobre mí, mi popularidad creció más de lo que esperaba y esto me aterrorizó», explicó Samuragochi.
La rueda de prensa de hoy, que se alargó durante dos horas y media, levantó una enorme expectación en Japón y fue retransmitida en directo por algunas cadenas de televisión niponas.
«No se qué hacer con mi vida a partir de ahora. Tal vez me retiraré al campo», aseguró entre las risas de los periodistas al tiempo que no descartó denunciar a Niigaki por «sus mentiras».
En ese sentido, insistió en que tiene problemas auditivos y, aunque reconoció que no es una persona legalmente discapacitada, mostró unos exámenes médicos que certifican que tiene problemas para distinguir claramente los sonidos.
La biografía del hasta ahora conocido como «el Beethoven japonés» insistía, además de en su sordera, en que es hijo de supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima, un aspecto que hoy reivindicó como completamente cierto.
El mayor éxito de este popular compositor en Japón fue la «Sinfonía Nº1 Hirosihima», que en 2011 había vendido 147.000 copias, lo que se considera una cifra muy elevada para un disco de música clásica en el mercado nipón. EFE