Este domingo jugarán el partido decisivo por el campeonato de la Liga de Fútsal de Japón.
Llegamos a Nagoya con mucha expectativa. Había escuchado mucho acerca del Arena Oceans. El viaje valió la pena. La casa de los Oceans es un verdadero templo al fútsal. En la entrada se exhiben los trofeos y premios de todos sus campeonatos. Es un orgullo ver en todas las conmemoraciones la presencia del peruano Kaoru Morioka.
Las instalaciones hacen honor al hasta hoy único campeón de la F. League. Organización y profesionalismo son la carta de presentación de el club de fútsal más grande de Japón.
Vesagey Oita llegó hasta este escenario para jugar la final luego de haber dejado a Bardral en la semifinal en tres grandes juegos. Una importante hinchada acompañó al equipo para ganar y hacer historia.
En la grada un espectadores de lujo. El español Miguel Rodrigo, DT de la Selección Japonesa de Fútsal, y el brasileño Higor, golero del Pescadola, esperando ser premiado como Mejor Arquero de la temporada.
Rodrigo adelantó para International Press su lectura del partido. “Si Oita sale y adelanta el marcador podrá hacer su juego y le costará a Nagoya”, dijo. Y vaya si tenía razón. Oita comenzó presionando la salida del Nagoya, tomó la iniciativa y se fue encima de Rafael Sakai y Pedro Costa.
LA PRESIÓN SE COMIÓ AL NAGOYA
A los 2 minutos Vesagey ya ganaba 1-0. A los 9 minutos el juego iba 3-3 y finalizado el primer tiempo el score era de 5 a 3 para el Oita. Si no hubiese sido por los tres goles del Kaoru, el ex Kamiechi, Real Aikawa y Chuo, equipos míticos del fútsal latino de Japón, ese primer tiempo hubiese sido una goleada de escándalo.
Había presión para el Nagoya. El campeón tenía que revalidar su título en casa y con su gente, era la oportunidad de lograr su sexta Liga consecutiva. Pero el Nagoya campeón se quedó en los vestuarios.
Nagoya no fue capaz de dar tres pases seguidos y la situación se complicó con la temprana expulsión de Pedro Costa, a los 14 minutos de juego.
En ese estado de caos surgió la figura de uno de los dos históricos de Nagoya, Kaoru Morioka. Él puso en la cancha todos sus títulos y su experiencia y el juego, prácticamente se convirtió en un Oita vs Morioka.
Pero el esfuerzo del peruano no fue suficiente. En el Oita emergió la figura del brasileño Diduda y la efectividad del japonés Nakamura. Diduda fue la pieza estratégica para controlar a Kaoru y fue así hasta que el brasileño se cansó.
LOS CINCO GOLES DE KAORU
Fue por eso un partido épico. Fulgurante y espectacular. A los 32 minutos de juego Vesagey tenía contra las cuerdas al Nagoya con un score de 7 a 3.
Pero un autogol y un bombazo de Kaoru pusieron el partido 7 a 5 en el minuto 35. Faltando minuto y medio, Diduda cometió falta sobre el peruano y que éste convirtió el gol de tiro libre, que fue su quinto tanto de la tarde.
El milagro puso ser. En los últimos 60 segundos, una milagrosa acción del golero de Oita y un tiro al palo evitaron que el Nagoya se convirtiera en campeón de Liga.
Vesagey Oita ganó el partido y por eso tendremos cuarenta minutos más de final este domingo en el magnífico coliseo del Nagoya Oceans. (Martin “Alshan” Goya/ipdigital)