Nagoya goleó al Oita por 7 goles a 0 en la final jugada en Arena Oceans.
Nagoya Oceans ingresó hoy al Arena Oceans dispuesto a hacer valer su historia en la Liga Japonesa de Fútsal. El mal trago de la primera final jugada el sábado ante el Vesagey Oita fue solo una anécdota y del que no quedaba resaca alguna.
Nagoya arrasó al Oita desde el primer toque. Posesión, agresividad en la marca, velocidad y finalización, fue la ecuación que dio resultados bastante rápido. A los cuatro minutos ya ganaba 2 a 0 gracias al nipo-brasileño Rafael Sakai.
Al minuto 6 Tomoaki ya había anotado el tercero.
Y si ayer Kaoru Morioka salvó al equipo de una tamaña vergüenza al anotar 5 de los 6 goles de su equipo, hoy el peruano puso la inteligencia. Se movió por toda la cancha y se convirtió en un terrón de azúcar que atrajo a sus marcadores para crear espacios que sus compañeros aprovecharon muy bien.
Kaoru fue omnipresente. Estuvo en casi todas y llevó al equipo de la mano hacia el séptimo título de Liga. Será premiado como el goleador de la temporada por sus 38 tantos, sin contar los 5 de ayer y fue distinguido como el Mejor Jugador de la Liga. Cuando acabó el primer tiempo, el marcador era inapelable: 5 a 0. La Liga estaba hecha.
En el segundo tiempo, Oita puso a Osodo, su mejor hombre como jugador en línea para arriesgar y acortar distancias. Alguna mejora hubo y hasta tuvieron tres oportunidades claras de gol que el arquero del Nagoya, Ryuma Shinoda, desvió con la cara.
Pero en el minuto 12, Nagoya liquidó el partido definitivamente. En solo 60 segundos anotaron Ryuta y el argentino Matías para sellar el 7 a 0 definitivo.
“Fue difícil, pero conseguimos mostrar nuestra fuerza. Agradezco a todos quienes vinieron. Ellos (Oita) hicieron un gran trabajo”, dijo a International Press el hispano-brasileño, Víctor Acosta, entrenador del Nagoya que obtiene así su primera liga en Japón. (ipcdigital)