Atribuye decisión de empresa japonesa a una «desesperación incomprensible»
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió al ministro de Industrias, Wilmer Barrientos, contactar a los directivos regionales o mundiales de la japonesa Toyota para impedir el cese de la producción anunciada en la planta nacional.
«Le ordené al ministro de Industrias que cite al jefe de la Toyota para América Latina o que venga de Japón alguien para no tener estos intermediarios, muchos señoritos, gerenticos, que están apostando todo el tiempo, cada vez que hay alguna dificultad, a lo mismo: noticia que se va la Toyota. No hay que ser muy inteligente para descubrir detrás intereses políticos, politiqueros», declaró.
En una cadena de radio y televisión en la cual trató diferentes asuntos, Maduro aludió al comunicado publicado el viernes en un diario caraqueño a través del cual la gerencia nacional de Toyota dio cuenta de que, a partir de este 13 de febrero «ocurrirá una parada indefinida de producción» de la planta, situada en el estado Sucre (este).
«No solo se afectarán las actividades de producción, sino también las actividades administrativas de nuestra planta que se reducirán a labores imprescindibles», dice el comunicado que Maduro achacó a una «desesperación incomprensible».
La planta venezolana de la automotriz japonesa atraviesa por «problemas de suministros», un «faltante de piezas» fruto de un reciente ajuste en el control estatal de divisas que rige en Venezuela desde hace once años, lo cual coloca a la firma japonesa «en una situación sumamente difícil», añadió el texto de la empresa.
«Inicialmente, durante las primeras dos semanas de parada de producción, Toyota garantiza el pago del salario básico y de beneficios contractuales asociados y, en lo sucesivo, se les informará sobre las propuestas que puedan surgir para afrontar la delicada situación y garantizar la supervivencia de la empresa», según la nota.
Maduro reaccionó advirtiendo que «cuidado si (la decisión se limita a) algún gerentico de estos tecnocráticos que cree que puede alarmar» y que impide a la Toyota desarrollar planes para mejorar su capacidad productiva nacional para sustituir importaciones.
«Aquí (en Venezuela) lo tenemos todo» para la fabricación de vehículos y no solo su ensamblaje, subrayó el jefe de Estado.
La Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) informó el pasado martes que la producción de vehículos en las ensambladoras privadas venezolanas registró una caída de 84,78 % en enero de este año en comparación al mismo mes de 2013, al producir 296 unidades frente a las 1.945 unidades el año pasado.
El presidente de Cavenez, Enrique González, dijo entonces a Efe que la drástica caída de la producción obedece al «gran nivel de deuda con proveedores internacionales» por los «atrasos en la escasa» asignación de divisas del Gobierno a los privados, en el marco del control estatal de divisas en vigor desde 2003. (EFE)