Los atacantes se quejaron por la goleada de 5-1 ante el Santos.
Unos cien hinchas del club Corinthians brasileño insatisfechos con el desempeño del equipo que la semana pasada perdió 5-1 ante el Santos, invadieron hoy el centro de entrenamientos en que el conjunto trabajaría y llegaron a agredir al peruano Paolo Guerrero.
Los hechos ocurrieron en la mañana de este sábado en el Centro de Entrenamientos Joaquim Grava, de la ciudad de Sao Paulo, y obligaron a la dirección del Corinthians a llamar a la policía para desalojar a los aficionados más exaltados.
Los hinchas treparon muros y rompieron una cerca metálica e invadieron la cancha en que los jugadores del club más popular de Sao Paulo se entrenarían, así como el gimnasio en que trabajarían.
Cuando empezó el ataque, los porteros habían comenzado a trabajar en un campo que está cerca del hotel del Centro de Entrenamiento. Cuando vieron a los primeros fans Walter, Danilo Fernandes y Julio Cesar salieron corriendo del lugar. Los individuos pensaron que los jugadores estaban en las habitaciones del hotel.
Enojados y armados con palos, pedazos de bambú y hasta con cuchillos, se dirigieron al hotel, amenazaron al recepcionista y alcanzaron a registrar algunas de las habitaciones. El portal UOL contó que cuando vieron que los jugadores no estaban en el hotel, se dirigieron a otro edificio donde se encuentran las habitaciones de los entrenadores, la sala de gimnasio y el vestuario, donde ya estaban los jugadores conscientes de la invasión.
GUERRERO NO ERA EL OBJETIVO
Casi todos los jugadores llegaron a ponerse a buen recaudo menos Paolo Guerrero, que aún no habían entrado al vestuario y se encontró con algunos vándalos.
El peruano, que no era ni siquiera objetivo de los fans, fue acosado y llegó a ser asaltado, dijeron personas del club. Cuando los guardias de seguridad y policías liberaron al atacante, éste corrió a unirse a sus compañeros.
«Guerrero practicamente estrangulado. El jugador que marcó el gol más importante en la historia de los corintianos», dijo el presidente del club Mario Gobbi a Radio Bandeirantes. «No nos lo merecemos. La amnesia se apodera del ser humano», agregó.
El equipo se mantuvo aislado durante más de tres horas sin acceso a comida o bebida. Cuando la confusión se calmó, los directivos del club hicieron entrar a escondidas agua embotellada y bebida isotónica.
QUERÍAN A PATO Y EMERSON
Cuando la confusión comenzó a disiparse el director deportivo, Ronaldo Ximenes salió para tratar de establecer un diálogo con el grupo de hinchas. Luego apareció Mano Menezes que pidió a los hinchas que lo dejaran trabajar. El grupo se quejó mucho de Pato y Emerson y se retiró poco después.
Los destrozos en el centro de entrenamiento fueron grandes, pero más impacto hubo en la tranquilidad del equipo. Los jugadores pidieron el aplazamiento del partido ante el Ponte Preta programado para hoy, pero los auspiciadores rechazaron la solicitud.
Según se informó, los jugadores aún discuten qué posición tomar. El peruano Guerrero, en especial, no estaría dispuesto a salir al campo. (ipcdigital)
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