Ley es aprobada por unanimidad
La Cámara Alta de Japón aprobó por unanimidad una norma que endurece las penas contra los conductores imprudentes, informó Mainichi Shimbun.
Un conductor que mate a una o varias personas podría ser condenado hasta veinte años de cárcel bajo la nueva ley.
El drástico castigo recaería, por ejemplo, sobre quienes causen un accidente fatal por manejar bajo los efectos del alcohol o las drogas.
También serán sancionados los conductores cuya condición médica –como la epilepsia– podría provocar que pierdan el control del volante y causen un accidente.
Quienes huyan de la escena de un accidente, tratando de ocultar que estaban ebrios o drogados cuando manejaban, enfrentarán penas de hasta doce años. De este modo, la ley pone en la mira a las personas borrachas que se escapan tras involucrarse en un accidente para entregarse después, cuando los efectos del alcohol se han diluido.
Las penas pueden agravarse si el sancionado no tiene licencia para conducir.
La norma, que entrará en vigor en marzo del próximo año, también se aplicará a conductores de motocicletas y scooters.
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