Periodista denunció maltratos en Japón y China
Un tribunal tokiota ha desechado una demanda presentada por la empresa textil Fast Retailing, propietaria de la cadena Uniqlo, contra una editorial que denunció en una revista y un libro la explotación laboral a la que sometía a empleados.
Fast Retailing, cuarto grupo textil del mundo, consideró hoy en un comunicado que la decisión adoptada por la corte «da la espalda a la realidad y resulta verdaderamente lamentable», al tiempo que anunció que estudiará de manera «exhaustiva» los próximos pasos que tomará en lo relativo a este caso.
La empresa presentó ante el tribunal en 2011 una demanda por difamación en la que exigía una compensación de 220 millones de yenes (1,6 millones de euros) a la editorial nipona Bungeishunju.
Esta casa publicó en 2010 dos artículos en su semanario Shukan Bunshu firmados por el periodista Masuo Yokota, quien sacó un año después el libro «Uniqlo teikoku no hikari to kage» («Las luces y sombras del imperio Uniqlo»), editado también por Bungeishunju.
Ninguno ha sido traducido a otro idioma ni comercializado fuera de Japón.
Tanto en la revista como en el libro, Yokota aseguró que, basándose en sus propias investigaciones, Uniqlo obligaba al personal de sus tiendas en Japón y al de sus fábricas en China a realizar largas jornadas laborales a cambio de sueldos muy bajos.
Uniqlo consideró que las pesquisas de Yokota eran muy superficiales, y además de la compensación económica, exigió a la editorial que dejara de producir el volumen, retirara ejemplares ya impresos de las tiendas y emitiera una rectificación pública sobre los contenidos de los artículos y el libro.
No obstante, el juez Akihiko Tsuchida, que presidió el tribunal, consideró que la información reflejada sobre las tiendas en Japón «da la impresión de ser verídica», y subrayó que el testimonio ofrecido a Yokota por el gerente de una tienda que aseguró tener que trabajar más de 300 horas al mes resulta «altamente creíble».
Tsuchida también consideró que, con base en la información recopilada en China a partir de distintas fuentes, las condiciones en las fábricas del país vecino que se relatan en el libro también parecen verídicas. (EFE)