Filipina cuenta en Tokio su pasado como esclava sexual

Fue secuestrada y violada por soldados japoneses cuando tenía 14 años

Estelita Dy es una anciana filipina de 83 años. Cuando tenía 14, fue secuestrada por soldados japoneses mientras se dirigía al mercado de su pueblo para vender verduras. Al verse cercada por los militares, echó a correr, pero cayó y fue atrapada.

Los soldados la subieron a un camión que los llevó a un prostíbulo, donde fue violada constantemente durante tres semanas hasta que las tropas estadounidenses la rescataron.

Dy formó una familia, pero no fue hasta 1993, casi medio siglo después, cuando decidió hacer público su caso.

La anciana se encuentra actualmente en Japón para participar en una serie de actividades impulsadas por organizaciones de derechos humanos que buscan que el 14 de agosto sea declarado por la ONU día de las comfort women.

El 14 de agosto de 1991, la coreana Kim Hak-Soon se convirtió en la primera mujer en admitir su pasado como esclava sexual. Su confesión fue decisiva para que otras víctimas de Japón durante la Segunda Guerra Mundial siguieran su ejemplo.

“Al principio, me sentía avergonzada de revelar mi pasado, pero decidí hacerlo porque era la única manera que tenía para recuperar mi dignidad perdida”, dijo en testimonio que recogió Associated Press.

Si Kim no daba el primer paso, probablemente Dy no habría publicado su caso.

Los activistas de derechos humanos japoneses que acompañan a la mujer filipina durante su estadía en el país exigen que el gobierno del primer ministro Shinzo Abe asuma una mayor responsabilidad en el tema de las esclavas sexuales, que Tokio considera zanjado.

Se estima que unas 200.000 mujeres asiáticas, la mayoría de ellas coreanas, fueron forzadas a servir en prostíbulos establecidos por Japón durante la guerra.