Por la psicóloga Irma Aráuz*
CONSULTA: Trabajo en una fábrica a tiempo completo y desde que llegué a Japón nunca he cambiado de trabajo. Mis jefes me estiman mucho y confían en mí. Mi problema es que por más que estimulo a mis compañeros para que hagan un buen trabajo, muchos se ponen a la defensiva y eso es lo que yo no entiendo. ¿Por qué reaccionan así?
RESPUESTA: Me imagino la tensión que le causa el entender la actitud de sus compañeros cuando usted sólo quiere ayudar. Generalmente ante una amenaza física se reacciona luchando o huyendo, pero la mayoría de las amenazas percibidas en el lugar de trabajo se dirigen al bienestar emocional o psicológico de un empleado, afectando su autoestima, provocando respuestas parecidas a las de una amenaza física, así las personas cuando se sienten heridas en su amor propio o humilladas (aunque no sea verdad) tienden a atacar verbalmente o se retiran.
La verdad, a nadie le gusta que lo critiquen. Dar y recibir críticas o palabras honestas, es a menudo desagradable y frecuentemente conduce a malentendidos y a herir sentimientos. Pregúntese en qué momentos de las últimas semanas se ha visto afectado por la crítica o esta ha llegado a desequilibrarlo.
¿Le ha echado en cara su esposo/a, amigo un viejo hábito que usted no está dispuesto a cambiar? ¿Le ha dicho su padre algo que le ha hecho sentirse culpable? ¿Alguien en su trabajo le ha dado a entender que no hace bien su trabajo? ¿Cuál de todas esas críticas le ha hecho sentirse más enojado, culpable o rabioso?
En muchos casos se nos acusa de ser demasiado sensibles o por nuestra forma de criticar. Un aspecto fundamental es que los comentarios hechos con buena intención, que es el sentido original de la “crítica constructiva”, son importantes para mantener unas relaciones honestas y gratificantes. Pero si nos ponemos a la defensiva también nosotros, entonces se acumulan las irritaciones y los resentimientos, que finalmente destruyen de todos modos las amistades.
Algunas veces se perciben las buenas intenciones de la otra persona y se es capaz de escuchar el mensaje sin encolerizarse ni ponerse a la defensiva, pero, ¿qué sucede cuando los comentarios son verdaderamente hirientes?
En este caso debe tomar conciencia de que uno se encuentra sometido a un ataque verbal. Para neutralizar el ataque lo primero que hay que hacer es guardar silencio. Asegure su posición descartando los juicios, afloje la tensión de sus hombros. No se lo tome como algo personal. Procure mantener el tono de voz y el lenguaje corporal neutral, y pregunte “¿cuándo empezaste a pensar que…?”.
Por ejemplo, en el caso de la pareja: Agresor: “Si realmente te importara tu familia no harías eso?”. Usted: “¿Cuándo empezaste a pensar que no me preocupo por esta familia?”. Si Ud. no muerde el anzuelo, el agresor se retirará del ataque y hablará de sentimientos personales más profundos y sus relaciones podrán mejorar en todos los aspectos.
*La psicóloga Irma Aráuz atiende directamente en el teléfono 090-2553-3307 y en el e-mail consultasairma@live.com.ar.
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