Pareja de septuagenarios busca mantenerse activa y saludable
Cada año, una pareja de ancianos japoneses escala el Monte Fuji para mantenerse activa y en buena forma. Esta vez el ascenso al volcán, designado recientemente como Patrimonio Mundial por la Unesco, coincidió con el cumpleaños número 78 de uno de ellos, Hajime Murayama. Su esposa Kayoko tiene 71.
La pareja, que reside en Tokio, lleva 14 años coronando la cumbre del Fuji. «Estamos agradecidos al monte Fuji por darnos la oportunidad de mantenernos saludables», dicen los esposos a Yomiuri Shimbun.
El ascenso, que se ha convertido en una especie de ritual para los Murayama, se inició cuando Hajime cumplió 65 años y se jubiló.
Sin embargo, los ancianos no esperan que llegue el verano para ejercitarse escalando el sagrado volcán. Hajime hace deportes tres veces por semana, mientras que Kayoko sube al Monte Takao, en Tokio, todos los meses. “El Monte Fuji es nuestro barómetro de la salud”, afirma Hajime.
El anciano conserva como su más preciado recuerdo el amanecer que presenciaron en 2004: el Fuji escoltado por un sol de perfecta forma circular, estampados en un intenso cielo de colores rojo y naranja. La invalorable imagen está perennizada en su teléfono celular.
Por supuesto, los Murayama tienen previsto retornar el próximo año.