Genio japonés, padre de Mario y Zelda, se embarca en nueva aventura
Fernando Mexía / EFE
A sus 60 años, el gurú de los videojuegos Shigeru Miyamoto está a punto de embarcarse en una «nueva aventura» para las consolas de Nintendo, un proyecto que le entusiasma y que simboliza su deseo de seguir en activo «hasta que el cuerpo aguante», según dijo en una entrevista con Efe.
Padre de Mario, Zelda, Donkey Kong y otros icónicos personajes, este Walt Disney de la era digital acudió un año más a la feria E3 de Los Ángeles para presentar el nuevo catálogo de juegos de la compañía nipona para la que trabaja hace más de tres décadas, entre ellos el esperado «Pikmin 3», con el que cierra un capítulo en su carrera.
«Mi viaje particular con ‘Pikmin’ es algo que ha durado más de 10 años y ahora que éste está terminado estoy deseando empezar mi nueva aventura, un tipo de juego distinto. Alguien hará otro ‘Pikmin’ en el futuro, pero no seré yo», comentó el creativo japonés, natural de Kioto.
Ni Miyamoto ni el presidente de Nintendo América, Reggie Fils-Aime, quisieron desvelar a Efe cuál será ese siguiente desafío, y el nipón, ganador en 2012 del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación, confirmó que seguirá desarrollando contenidos para esa empresa que, no obstante, tiene presente la necesidad de un relevo generacional.
«Es verdad que tengo más de 60 años. Siempre estamos buscando nuevos talentos en la compañía y tratamos de encontrar gente que pueda llevar las mejores experiencias a los jugadores, pero mientras yo esté por aquí continuaré cuidando de Mario, Zelda y ofreciendo mis aportaciones», declaró.
Miyamoto se mostró satisfecho del nivel de entretenimiento alcanzado por «Pikmin 3» que a su juicio «justifica» la compra de la consola Wii U que Nintendo lanzó el año pasado y cuyas ventas no terminaron de despegar debido a la falta de juegos, según admitió la compañía.
«Pikmin 3», que pone al jugador al frente de un grupo de seres que tiene que coordinar de forma inteligente para superar retos, es para Miyamoto el software que mejor exprime el potencial de la nueva plataforma y lo describió como una herramienta para ejercitar la mente.
«Es una actividad muy estimulante y tiendo a sugerir el juego para gente que se está haciendo mayor, como una tarea desafiante que les mantenga frescos, pero probablemente es buena para niños en edad escolar», explicó el artista que considera saludables los videojuegos como «Pikmin».
«Creo que son mejores que los puzzles», apuntó Miyamoto, si bien reconoció que en su caso, el objetivo inicial cuando se propone diseñar un juego lo principal es que sea divertido, no necesariamente fomentar el aprendizaje, pero ese aspecto termina siendo crucial en el desarrollo del mismo.
«Podemos usarlo para recrear algunas experiencias olvidadas o algo que no se ha visto antes y eso es cuando yo sé que he encontrado un proyecto que merece la pena», argumentó.
Miyamoto defendió la renovación constante de las sagas de Nintendo y el uso reiterativo de sus personajes eternos, en vez de buscar franquicias nuevas para llamar la atención de los usuarios.
Desde su perspectiva el atractivo se encuentra en «los mecanismos del juego» y no tanto en «la simple novedad» de nombres o caras, por lo que si los hermanos Mario y Luigi, por ejemplo, son adecuados para un concepto en desarrollo no hay necesidad de inventar otros protagonistas.
«A fin de cuentas lo que hace que un juego sea divertido es un conjunto de reglas con las que se experimentan una serie de acciones y eso genera un resultado», indicó.
Miyamoto se mostró firme en la estrategia de Nintendo de ser fiel a su propia identidad para navegar por las aguas cambiantes de la industria del videojuego donde este año debutarán dos nuevas consolas, Xbox One y PlayStation 4, y en el que los juegos para teléfonos y tabletas son cada vez más protagonistas.
«Es difícil imaginar nuestros juegos en un hardware fabricado por otros», manifestó.
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.