Plan para desmantelar planta en hasta 40 años se mantiene
El Gobierno de Japón y TEPCO, operadora de la maltrecha central nuclear de Fukushima Daiichi, esperan poder retirar el combustible fundido del interior de los reactores atómicos en la primera mitad de 2020, cerca de 18 meses antes de lo previsto.
Tokyo Electric Power (TEPCO) y el Ejecutivo confían en poder presentar a finales de mes una actualización de la hoja de ruta para desmantelar la planta de Fukushima, una tarea que para completarse requerirá de entre 30 y 40 años.
«Nuestra política básica es la de acelerar el trabajo lo máximo posible, aunque el objetivo de emplear 30-40 años permanece inamovible», informó el Ministerio nipón de Economía, Comercio e Industria, en declaraciones recogidas hoy en el diario económico Nikkei.
Según la nueva hoja de ruta que prepara el Gobierno y TEPCO, los trabajadores de Fukushima podrán comenzar a retirar el combustible fundido de los reactores 1 y 2 en la primera mitad de 2020 mediante la utilización de instalaciones y equipamientos especiales.
Mientras, la retirada del combustible del reactor 3 podría comenzar a finales del primer semestre de 2021, aunque estos plazos podrían verse alterados dependiendo de la contaminación radiactiva y la resistencia de las unidades a imprevistos, detalló el diario.
Las unidades 1, 2 y 3 fueron las más dañadas en la central tras sufrir una fusión parcial de sus núcleos cuando el devastador tsunami de 2011 paralizó los sistemas de refrigeración de la planta.
Según la agenda actual, el primer paso en el desmantelamiento será eliminar el combustible nuclear usado de las piscinas de los reactores 1 al 4 en los próximos años y retirar el combustible fundido en el interior de las unidades a partir de diciembre de 2021.
En estos momentos la prioridad es iniciar a finales de este año la retirada del combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, que se encontraba detenido en el momento del tsunami, y actualmente se encuentra en proceso de desmantelamiento.
Al margen del combustible, actualmente el principal reto de los trabajadores de Fukushima es lidiar con las fugas de agua contaminada que se acumulan en las instalaciones de la planta y se incrementan por la filtración de aguas subterráneas. (EFE)