Sus declaraciones son una afrenta a la dignidad de los seres humanos, afirman
Decenas de organizaciones de mujeres de Okinawa expresaron su enérgica protesta por las declaraciones del alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, quien a principios de semana dijo que las esclavas sexuales habían sido necesarias para mantener la disciplina de los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Los colectivos de mujeres publicaron una declaración conjunta en la que condenaron las palabras del controvertido líder japonés, pues constituyen «una afrenta a la dignidad de todos los seres humanos al margen de su sexo», reseñó The Japan Times.
“Exigimos que se disculpe y se retracte”, demandaron.
“Sus declaraciones despiertan hostilidad no solo entre las mujeres de Okinawa, sino de todo el mundo”, dijo una de las activistas, Hiromi Hirayasu.
“Lo que dijo es absolutamente imperdonable. Todos debemos manifestarnos públicamente contra eso”, añadió.
Haciendo notar que Japón anda rezagado en materia de igualdad de género entre los países desarrollados, Hirayasu exteriorizó su temor de que lo dicho por Hashimoto sea percibido como representativo de Japón por la comunidad internacional.
“Independientemente de si eran tiempos de guerra o no, utilizar a las mujeres como una herramienta para descargar la frustración sexual es intolerable”, manifestó por su parte, Masako Ishimine, otra activista, a The Okinawa Times.
Hashimoto también generó polémica al declarar que los soldados estadounidenses estacionados en Okinawa deberían hacer más uso de la industria sexual local para aliviar sus urgencias sexuales.
Se estima que unas 200.000 mujeres de China, Corea, Filipinas y otros países asiáticos fueron forzadas a prostituirse por Japón para servir a sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial.