Tokio ha duplicado su comercio con la región en la última década
Ramón Abarca / EFE
El ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, destacó el viernes que la importancia de América Latina está «aumentando diariamente» por lo que es una región clave en la estrategia de «diplomacia económica» puesta en marcha por su país.
En una entrevista con Efe de cara al viaje que iniciará el domingo a México, Perú y Panamá, el canciller nipón explicó que América Latina «además de ser un suministrador importante de recursos naturales, es también un prominente centro de producción para Japón».
Desde la llegada al poder a finales de 2012 del conservador Shinzo Abe, Japón ha decido impulsar sus relaciones exteriores tanto políticas como económicas.
Kishida explicó que con el objetivo de «vigorizar» su economía, Japón está potenciando la «diplomacia económica, que incluye la promoción del comercio y el mejoramiento del ambiente de negocios», una estrategia en la que América Latina ocupa un papel muy importante.
En este sentido, el canciller enumeró el impulso del libre comercio, el establecimiento de empresas niponas en la región y el aprovechamiento de recursos energéticos como los principales objetivos de Japón en el continente.
El ministro de Exteriores explicó que Japón seguirá además promoviendo los intercambios, no sólo en lo político y económico, «sino en un gran abanico de áreas como la ciencia y tecnología, cultura, educación y deporte».
Japón, cuyo comercio con Latinoamérica se ha duplicado en los últimos diez años, ha transformado su relación con la región, y ha pasado de ser uno de los mayores donantes, a considerar a estos países como «socios importantes que ejercen una influencia positiva en pro de un mundo estable y próspero».
En este sentido, Kishida dijo que la región sigue creciendo de manera estable «entre otros factores por la consolidación de la democracia y la gestión estable de la macroeconomía».
Durante la entrevista, el canciller nipón recordó los fuertes lazos históricos y sobre todo comerciales de Japón con México, «que se están expandiendo rápidamente, impulsados en parte por la entrada en vigor en 2005 del Acuerdo de Asociación Económica entre los dos países».
De hecho, el canciller recordó que en México se encuentra la mayor concentración de empresas japonesas, unas 540, de toda la región.
Esta relación se puso de manifiesto con la visita este mes de abril a Tokio del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, durante la que insistió en la importancia de «trabajar de forma más estrecha y lograr un mayor intercambio comercial» con la tercera economía del mundo.
En cuanto a Perú, país con el que Japón mantiene las relaciones diplomáticas más antigua en la región, destacó que además de gozar de abundantes recursos naturales, «está experimentando un destacado y estable crecimiento económico en los últimos años».
Por último, de Panamá el ministro nipón destacó además de «la relación fraternal» con este «país amigo», su importancia estratégica gracias al Canal de Panamá, por el cual se transporta el gas shale importado de Estados Unidos.
Tras el accidente nuclear de Fukushima en 2011, Japón tuvo que cambiar su estrategia energética y aumentar notablemente la compra de hidrocarburos en el exterior ante la paralización casi completa de las centrales nucleares en el país.
«En esta visita, me complacería poder intercambiar opiniones sobre cómo nutrir y fomentar nuestra estrecha cooperación con los países de América Latina y el Caribe, dotados con abundantes recursos energéticos», apuntó el ministro.
Más en concreto, Kishida destacó que las reformas energéticas que busca México podrían presentar una importante oportunidad a las empresas japonesas.
Recientemente, Japón pidió entrar en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífica, conocido como TPP, del que participan Chile, México y Perú junto a otros países como Estados Unidos, Canadá o Nueva Zelanda.
«Con nuestra participación pretendemos transformar el Océano Pacífico en un lugar donde se trasladen bienes, servicios e inversiones de manera libre. Estamos ante el nacimiento de una gran zona económica que representará aproximadamente un tercio de la economía mundial», comentó Kishida.
Además, el canciller apuntó que el TPP podrá servir como punto de partida en la creación de un concepto de mayor envergadura, que es la zona de libre comercio Asia-Pacífico.