Japoneses donan 7 millones de dólares y capacitan a técnicos locales
El Gobierno uruguayo inaugurará el próximo viernes la primera planta solar fotovoltaica con el apoyo de Japón y como parte de la transformación energética del país, informaron fuentes oficiales.
La planta consta de 2.240 paneles solares, tiene capacidad para generar 481 kWp (kilovatios pico) y tuvo un costo de 4 millones de dólares, informó el presidente de la empresa estatal Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), Gonzalo Casaravilla en declaraciones que publica la página digital de la Presidencia uruguaya.
El funcionario destacó que el proyecto solar es «similar» a otros que funcionan «con éxito» en Andalucía (España).
Para la construcción de la planta que se inaugura esta semana y una segunda que se construirá próximamente, el Gobierno de Japón donó a Uruguay 7 millones de dólares y además capacitó a técnicos locales para que se encarguen del funcionamiento y mantenimiento.
La primera de las plantas fotovoltaicas está ubicada en el departamento de Salto, a 500 kilómetros al noroeste de Montevideo, en un parque de una hectárea y junto a la represa hidroeléctrica uruguayo-argentina de Salto Grande.
La iniciativa es parte de la «profunda transformación energética del país» que apunta a un «aumento muy significativo» de la «soberanía energética», la reducción de costos y de la dependencia climática, afirmó el director nacional de Energía, Ramón Méndez.
La energía solar generada por la planta será «inyectada y distribuida» por la red eléctrica nacional, agregó.
Casaravilla dijo que la energía fotovoltaica tendrá un papel «fundamental» debido a su precio «competitivo» y junto con la eólica complementará la matriz de energía «autóctona y renovable» que constituirán buena parte del sistema energético de Uruguay para el año 2015.
El Gobierno prevé que dentro de tres años el 45 % de la energía eléctrica que se consuma en Uruguay sea de origen hidráulico, el 30 % eólica, el 15 % de biomasa y el 10 % térmica.
Las frecuentes sequías en el país afectan la generación de energía a través de las represas hidroeléctricas y obligan a la importación de electricidad desde Argentina o la generación a través de derivados del petróleo, que Uruguay importa en su totalidad, con la consiguiente dependencia del país vecino e incremento en los costes de la electricidad. (EFE)