Cómplice del extranjero, un japonés de 18 años, aún no es atrapado
La madre del joven rumano de 17 años de edad, detenido por el asesinato de una joven japonesa en Tokio en la madrugada del jueves pasado, pidió disculpas públicas por el crimen de su hijo.
La mujer, en declaraciones que recoge Japan Today, dijo sentir dolor en el corazón cuando piensa en los padres de la víctima, Arisa Yamada, de 22 años, quien fue apuñalada tras salir de una tienda de conveniencia, a unos 500 metros de la estación de Kichijoji. Su cartera, vacía, fue hallada a aproximadamente 200 metros de la escena del delito.
Yamada, oriunda de la prefectura de Aomori, se había mudado a la capital nipona porque anhelaba convertirse en una esteticista. La muchacha costeaba sus estudios trabajando de noche en un restaurante.
Con el adolescente rumano estaba un japonés de 18 años, cuyo paradero aún se desconoce. De acuerdo con el testimonio del extranjero, ambos se habían quedado sin dinero tras estar en una sala de juegos, motivo por el cual decidieron comprar unos guantes y un cuchillo para asaltar a un transeúnte. Yamada fue elegida al azar.
Tras consumar el crimen, los dos jóvenes huyeron en direcciones opuestas. Según el rumano, el japonés y él no eran amigos cercanos y aseguró desconocer el apellido de su cómplice.
