Es el mayor reto del país, afirma
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, reiteró el lunes su compromiso de reflotar la maltrecha economía de Japón, «el mayor reto» del país, en su primer discurso ante la Dieta (Parlamento) tras arrasar en las elecciones generales del pasado diciembre.
«El mayor y más acuciante desafío que afronta nuestro país es revitalizar la economía», dijo el mandatario ante el hemiciclo, que inició su primer periodo ordinario de sesiones bajo el nuevo Gobierno de Abe.
El primer ministro, que ya gobernó durante un año entre 2006 y 2007, recalcó que su Ejecutivo y el Banco de Japón (BOJ) cooperarán «más de cerca» para combatir la deflación y lograr cuanto antes la meta de alcanzar una inflación estable del 2 %.
Está previsto que los debates del actual periodo de sesiones, que se prolongará durante 150 días, se centren en buena parte en la aprobación de un presupuesto adicional para el año fiscal 2012 (que en Japón termina el 31 de marzo) y los presupuestos generales de 2013.
El presupuesto adicional para el actual ejercicio, que asciende a 13 billones de yenes (unos 106.000 millones de euros), busca financiar las contundentes medidas de estímulo diseñadas por el Gobierno de Abe a fin de crear 600.000 empleos y sumar 2 puntos al producto interior bruto nipón.
El mandatario, además, insistió ante los legisladores en que se aplicarán «firmes medidas presupuestarias» para acelerar la reconstrucción de las zonas asoladas por el tsunami de 2011 y revitalizar la provincia de Fukushima, epicentro del grave accidente nuclear que siguió a la catástrofe.
Durante el actual periodo de sesiones también se decidirá quién sustituirá al actual gobernador del Banco de Japón (BOJ), Masaaki Shirakawa, cuyo mandato de cinco años concluye el próximo abril.
El sustituto de Shirakawa será designado por el Gobierno, pero debe ser ratificado por ambas cámaras antes de asumir el puesto.
Durante su discurso, el jefe del Gobierno nipón aprovechó además para referirse al reciente asalto a una planta petrolera en Argelia, en el que murieron 37 extranjeros, entre ellos diez japoneses, y condenar el terrorismo.
También hizo aparentes referencias a la tensión con China por la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu y a la preocupación por el programa nuclear de Corea del Norte al afirmar que «la situación alrededor de Japón es cada vez más seria», y se comprometió a proteger con firmeza a la población y el territorio nipón. (EFE)