Todos los fallecidos trabajaban para la empresa JGC
El Gobierno de Japón confirmó la muerte de otro ciudadano nipón en el asalto de la semana pasada a una planta de gas en el sureste de Argelia, lo que eleva a diez los fallecidos japoneses en ese ataque.
El ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, detalló que se ha identificado el cuerpo del último ciudadano japonés que permanecía sin localizar tras la toma de las instalaciones gasísticas de In Amenas por parte de un grupo armado salafista.
Al menos 37 trabajadores extranjeros de ocho países y uno argelino, así como 29 terroristas, murieron en la operación de rescate, además de un gendarme local que falleció durante la irrupción de los terroristas en las instalaciones, el pasado día 16.
Todos los fallecidos nipones eran empleados de la empresa de ingeniería JGC, con sede en Yokohama, que mantenía en la planta de In Amenas 17 trabajadores japoneses y 61 de otras nacionalidades.
La toma de esas instalaciones en la zona meridional de Argelia la semana pasada se prolongó durante cuatro días, hasta el pasado sábado, cuando concluyó tras la irrupción de las fuerzas especiales del Ejército argelino.
Está previsto que el viernes los cuerpos de los fallecidos nipones y siete supervivientes de esta nacionalidad lleguen de vuelta a Japón en un avión enviado a Argelia por el Gobierno de Tokio, que ha indicado que ese mismo día hará públicos los nombres de las víctimas.
Hasta ahora había evitado difundir sus identidades a instancias de la firma JGC, cuyo presidente, Koichi Kawana, se trasladó a Argelia tras la crisis para seguir la situación sobre el terreno y tiene planeado llegar el viernes a Japón en el mismo avión.
Está previsto que las autoridades niponas practiquen autopsias a los cuerpos de todas las víctimas para precisar las causas concretas de las muertes, informó la agencia local Kyodo.
El asalto a la planta de In Amenas, al que sobrevivieron 792 trabajadores, lo reivindicó un grupo salafista que dijo actuar en respuesta a la intervención internacional en apoyo del Gobierno de Mali contra los grupos radicales islámicos que operan en el norte de ese país. (EFE)