Se evaluaría la posibilidad de que intervengan las Fuerzas de Autodefensa japonesas
La trágica secuela del secuestro de una planta de gas en Argelia ha impulsado al gobierno del primer ministro Shinzo Abe a buscar fortalecer la protección de las empresas y ciudadanos japoneses en el exterior, informó la NHK.
La acción terrorista en el país africano y la posterior liberación de la planta provocaron la muerte de siete ciudadanos japoneses. Otros tres permanecen desaparecidos y el ministro portavoz,
Yoshihide Suga, aseguró que el gobierno está haciendo todo lo posible para averiguar su paradero.
Japón está compartiendo información sobre lo ocurrido en Argelia como países como Estados Unidos, manifestó Suga. Además, dijo que Tokio le pedirá explicaciones al gobierno argelino por la manera cómo llevó a cabo la operación de rescate.
Por otro lado, subrayó que el gobierno debe apoyar a las companías niponas que operan en el extranjero y buscará el modo de mejorar la protección de estas y de los ciudadanos japoneses en zonas de alto riesgo.
Por su parte, el opositor Partido Democrático (PD), a través de su líder Banri Kaieda, expresó su profundo pesar por la muerte de los rehenes japoneses en Argelia.
El PD –declaró– discutirá sobre la posibilidad de revisar la ley para que las Fuerzas de Autodefensa de Japón puedan evacuar a ciudadanos japoneses atrapados en regiones peligrosas en el extranjero.