Proyectil sería lanzado entre el 10 y el 22 de diciembre
Japón indicó hoy que mantiene la vigilancia ante el anunciado lanzamiento de un cohete por parte de Corea del Norte, pese a que este fin de semana el régimen de Pyongyang apuntó a un posible retraso de la operación, prevista inicialmente para este mes.
El primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, acudió a sus oficinas poco antes de las 07.00 hora local de hoy, momento en que comenzaba el periodo de 13 días durante el que el país comunista podría llevar a cabo el lanzamiento de su cohete Unha-3.
Hace dos semanas, Corea del Norte anunció su intención de lanzar el proyectil en algún momento entre el 10 y el 22 de diciembre con el supuesto objetivo de poner un satélite en órbita, aunque buena parte de la comunidad internacional contempla la operación como un ensayo encubierto de tecnología de misiles balísticos.
Por ello, tanto en Corea del Sur como en Japón se han estrechado las medidas de vigilancia y prevención estos días, aunque este fin de semana el régimen de Pyongyang señaló que los científicos y técnicos examinan la posibilidad de «reajustar» la fecha escogida para el lanzamiento.
El país comunista no aportó ninguna razón, pero una fuente del Gobierno surcoreano citada por la agencia local Yonhap aludió a posibles problemas técnicos.
Sin embargo, tampoco se descarta que la presión internacional haya forzado a Pyongyang a repensar su plan, dado que incluso Pekín, uno de sus pocos aliados, ha manifestado su preocupación por el lanzamiento, aunque otros analistas apuntan simplemente a condiciones meteorológicas adversas.
El primer ministro japonés insistió hoy en que el Gobierno se esforzará al máximo para seguir de cerca el plan norcoreano, al tiempo que el titular de Defensa, Satoshi Morimoto, detalló que la alerta se mantendrá al menos hasta que se confirme oficialmente que el plan se ha pospuesto, indicó la agencia local Kyodo.
En caso de lanzarse, el cohete Unha-3 podría sobrevolar algunas zonas de la provincia meridional japonesa de Okinawa, por lo que las fuerzas de Auto Defensa han desplegado baterías de misiles tierra-aire PAC-3, y han enviado varios buques de guerra equipados con sistemas antimisiles Aegis.
De producirse finalmente, sería el segundo ensayo norcoreano de este tipo este año, después de que en abril lanzase sin éxito otro proyectil similar que estalló sobre el Mar Amarillo poco después de despegar. (EFE)