Oposición le pide políticas más agresivas para combatir la deflación
El Gobernador del Banco de Japón (BOJ), Masaaki Shirakawa, salió al paso de las críticas de algunos sectores políticos y defendió las políticas de «flexibilización enérgica» de la entidad, que a su juicio han ayudado a evitar un mayor encarecimiento del yen y a combatir la deflación.
«El compromiso del BOJ de llevar a cabo una flexibilización enérgica hasta que la meta inflacionista del 1 por ciento esté a tiro ha sido uno de los elemento que ha frenado la subida del yen», dijo Shirakawa, citado por la edición digital del diario económico Nikkei, en un encuentro con empresarios en Nagoya (centro).
El gobernador del emisor nipón añadió que las inyecciones de liquidez decididas en septiembre y octubre han creado unas condiciones financieras acomodaticias y han fomentado el gasto doméstico y corporativo, y subrayó que aprovechar las condiciones es clave para terminar con la deflación endémica de Japón.
Tras las acordadas en los últimos meses, la semana pasada el BOJ decidió no adoptar nuevas medidas de flexibilización pese a la creciente presión para que lleve a cabo una política más agresiva por parte del opositor Partido Liberal Demócrata (PLD), favorito para las elecciones generales japonesas del próximo 16 de diciembre.
El líder del PLD, Shinzo Abe, ha pedido objetivos inflacionistas más ambiciosos y unas políticas más próximas a las que, según él, han adoptado los bancos centrales de Estados Unidos y la Unión Europea, al tiempo que ha adelantado que buscará modificar la ley que regula el funcionamiento del BOJ.
Sin embargo, Shirakawa rechazó que las medidas del emisor hayan sido insuficientes, como sostiene Abe, y subrayó que la base monetaria, la cantidad de líquido que suministra el banco central, ha sido «más o menos la misma» que en Europa y Estados Unidos.
En cualquier caso, muchos analistas esperan que el BOJ lleve a cabo, como pronto el próximo diciembre, otra ampliación de su programa de compra de activos, su principal instrumento para inyectar liquidez en el sistema.
En la actualidad ese programa tiene un volumen de 91 billones de yenes (unos 855 millones de euros), tras ser ampliado en 11 billones de yenes (103 millones de euros) en octubre y en 10 billones de yenes (94 millones de euros) en septiembre. (EFE)