Demanda se fortaleció en el mercado japonés
El fabricante japonés Suzuki Motor ganó 41.900 millones de yenes (412 millones de euros) entre abril y septiembre, un 30,9 por ciento más que en el mismo periodo de 2011, gracias a la sólida demanda en Japón y al recorte de gastos, informó la compañía.
Sus ventas se apreciaron un 0,1 por ciento hasta 1,23 billones de yenes (12.100 millones de euros).
Ante estos resultados, Suzuki Motor decidió mantener intactas sus previsiones de resultados para este año fiscal, que termina en marzo de 2013 y en el que espera ganar 70.000 millones de yenes (688 millones de euros), un 29,9 por ciento más que en 2011.
También espera expandir sus ventas un 3,5 por ciento hasta los 2,6 billones de yenes (unos 25.580 millones de euros).
En un comunicado, Suzuki detalló que sus ventas en Japón aumentaron un 14,8 por ciento respecto al mismo periodo de 2011 y se situaron en 515.100 millones de yenes (unos 5.070 millones de euros), mientras que las del extranjero cayeron un 8,5 por ciento hasta 711.700 millones de yenes (7.000 millones de euros).
La reducción de ingresos en el exterior se debió en gran parte al impacto del estancamiento económico en Europa y la fortaleza del yen, que perjudica sus beneficios a la hora de repatriarlos, aunque esta disminución se vio compensada por la mejora de los ingresos domésticos.
Por divisiones, las ventas de motocicletas bajaron un 18,1 por ciento hasta 112.700 millones de yenes (1.109 millones de euros), mientras que las de coches se incrementaron en cambio un 2,5 por ciento hasta 1,08 billones de yenes (10.717 millones de euros).
El grupo difundió estos resultados cuatro días después de anunciar su decisión de dejar de vender coches en EEUU y centrarse en motocicletas al no ser capaz de «mantener la rentabilidad» en ese segmento en el mercado estadounidense.
Suzuki fue el último de los grandes fabricantes nipones del motor en difundir sus resultados del semestre fiscal, después de que lo hicieran Toyota, Nissan y Honda, que también acusaron la debilidad del mercado en Europa, la conflictiva situación con China y la apreciación del yen. (EFE)