Temen ser atacados o mal vistos por sus amigos
Las ventas de automóviles japoneses en China cayeron fuertemente en setiembre no solo por el sentimiento antijaponés que se expandió en el gigante asiático luego de que Tokio anunciara la compra de las disputadas islas Senkaku.
El miedo a ser hostilizados y la presión social son otros factores que disuaden a algunos chinos de comprar vehículos de manufactura japonesa.
«Me gustan los autos japoneses, pero todos mis amigos me dicen que no debo comprar uno. Espero que esta situación pase rápidamente», dijo una joven china entrevistada por Mainichi Shimbun.
Ella ya posee un auto japonés, pero luego de que el vehículo, también japonés, de un amigo fuera atacado una noche, mantiene escondido el suyo en un estacionamiento subterráneo.
Las manifestaciones callejeras antijaponesas han empujado a algunas personas, que estaban interesadas en los automóviles japoneses, a decantarse por los surcoreanos. Prefieren no arriesgar.
Si bien el clima de agitación que se vivió el mes pasado, cuando multitudes enardecidas vandalizaron empresas japonesas, se ha diluido y la situación poco a poco está normalizándose, sus efectos aún se perciben. El temor no desaparece de la noche a la mañana.