Envejecimiento de la población exige más trabajadores que cuiden ancianos
El rápido envejecimiento de la población japonesa demanda una sólida industria de la salud. Sin embargo, la escasez de mano de obra y la baja productividad están afectando al sector, revela el diario Nikkei.
Se calcula que cada año más de 140.000 japoneses se ven obligados a dejar su trabajo o mudarse de destino laboral para cuidar a parientes enfermos. Esto deteriora la fuerza laboral japonesa, que cada vez es menor justamente por el envejecimiento de la población.
En Japón, cerca de 30.000 enfermeros proporcionan cuidados a domicilio, un servicio con cada vez mayor demanda. Sin embargo, un enfermero que atiende a domicilio gana 40.000 yenes menos al mes que uno que trabaja en un hospital. Esta disparidad salarial explica la escasez crónica de personal.
El gobierno estima que Japón necesitará 1,5 millones más de enfermeros y trabajadores de la salud para el año fiscal 2025. El problema, resalta Nikkei, es dónde encontrarlos. Además, la productividad en el sector salud es baja, inferior en más de 50 por ciento a la que hay en el campo manufacturero, por ejemplo.
Una salida al entrampamiento puede ser la delegación de tareas de médicos a enfermeros y de estos a otros trabajadores de la salud, de menor rango. Esta medida se ha aplicado en algunos casos, contribuyendo a reducir la carga laboral de médicos y enfermeros.
Sin embargo, la industria médica japonesa es renuente a aceptar algunas reformas, como el establecimiento de una nueva categoría de enfermeros, más calificados para realizar labores de mayor complejidad, que busca impulsar el gobierno.
Mientras tanto, el sector salud toma medidas paliativas, como el empleo de trabajadores mayores o extranjeros de manera temporal. Por citar un caso, una agencia en Tokio, especializada en proporcionar personal para el cuidado en hogares, comenzó a enviar trabajadores de más de 60 años en abril. Laboran tres días a la semana y ganan menos que los empleados que trabajan a tiempo completo y son más jóvenes.
Otro dato preocupante: este año, sólo el 37,9 por ciento de postulantes aprobaron el examen nacional para convertirse en cuidadores de la salud. De ellos, fueron 36 procedían del exterior.
Con respecto a los extranjeros, hay una brecha entre las expectativas de ambas partes: mientras el gobierno busca una permanencia de largo plazo, los extranjeros prefieren quedarse unos cuantos años en Japón y luego retornar a sus países.
