Michelle Yeoh interpreta a la histórica líder birmana
El cineasta francés Luc Besson presentó en Tokio su película «The Lady», una cinta sobre la activista birmana y Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, con la que ha querido enviar «un mensaje de amor a la gente de Birmania».
«Por desgracia es una historia real», recordó el realizador antes de la proyección del filme, dedicado a una mujer de carácter «poderoso» que él mismo tuvo oportunidad de conocer después de que la junta militar birmana levantara su arresto domiciliario en noviembre de 2010.
«Hablamos de la vida, de los hijos, del futuro de Birmania… de todo menos de la película. Se me olvidó completamente», explicó entre risas Besson, vestido con una camiseta estampada con el rostro de la líder birmana.
El director galo estuvo acompañado en la presentación por la protagonista de la película, la actriz malasia Michelle Yeoh, que recordó a su vez con emoción su encuentro con Suu Kyi, a la que definió como «mucho más que una figura icónica».
«Fue una madre de dos hijos y luego se convirtió en madre de un país», dijo la actriz, que fue quien hizo llegar a Besson el guión sobre la Nobel de la Paz.
«Fue un privilegio y un auténtico honor ponerme en su piel», añadió Yeoh, y bromeó al indicar que la parte más difícil fue «perder diez kilos» para encarnar la figura de la líder opositora birmana.
Ya más seria, insistió en que «hubo algunos retos, pero ninguno comparado con los que debe afrontar la población de Birmania», un país que se encuentra bajo un proceso de reformas políticas y económicas desde que la Junta Militar cedió el poder a un Gobierno civil en 2011, tras 49 años de dictadura.
Yeoh, que saltó a la fama internacional por su papel en la película de Ang Lee «Tigre y Dragón» (2000), recalcó que la cinta sobre Suu Kyi es una forma de enviar al pueblo birmano un mensaje de solidaridad.
«The Lady» narra el paso de la activista birmana de ser un ama de casa que se ocupaba de la educación de sus hijos en Oxford a liderar la oposición en su país, con acento en la «dimensión humana» del personaje. (EFE)