Gigante del motor se mantiene firme en su propósito de proteger su producción nacional
La persistente fortaleza del yen está forzando a las empresas japonesas a trasladar su producción al extranjero. Sin embargo, Toyota está decidido a defender su producción nacional para apoyar el desarrollo tecnológico y la industria japonesa, informó el diario Nikkei.
A pesar de enfrentar un clima de negocios menos favorable que sus rivales extranjeros, debido al encarecimiento del yen y los fuertes tributos, el gigante japonés se ha propuesto proteger la producción nacional y el empleo.
Tener una sólida cadena de suministro es un gran aliciente para fabricar en Japón. «Esta es la fuente de la competitividad de Toyota», dijo Toyoda.
La concentración de proveedores no podría existir a menos que Toyota desarrolle un cierto número de vehículos en Japón. No obstante, las operaciones domésticas no son rentables si la capacidad de producción sigue superando ampliamente la demanda. Esto ha llevado a Toyota a reducir su capacidad de producción en el país.
Salvo por los incentivos a la adquisición de automóviles ecológicos, el gobierno ha hecho poco para que empresas como Toyota sean competitivas a nivel mundial.
Sin embargo, con apoyo gubernamental o sin él, la compañía automovilística se mantiene firme en su decisión de salvaguardar la producción doméstica, lo que no está reñido con su intención de reforzar sus operaciones en el extranjero. Toyota se ha trazado como objetivo producir a nivel mundial diez millones de vehículos al año.
La producción de Toyota en el exterior creció con rapidez en la última década. Sin embargo, fue duramente golpeada por la crisis mundial de 2008, motivo por el cual la firma nipona está fortaleciendo su estructura interna para que su crecimiento sea más sostenible y ser, por ende, menos vulnerable a factores externos.
La fortaleza del yen amenaza a los fabricantes japoneses. «Al ritmo actual, la industria manufacturera de Japón podría colapsar», advirtió el presidente de Toyota, Akio Toyoda. «La industria automotriz es el último bastión (de la industria manufacturera japonesa), y vamos a defender la producción en Japón», finalizó.
