Cuando el Tifón N º 4 (Typhoon Guchol) llegó a Honshu, la isla principal de Japón en la tarde del 19 de junio, algo muy raro estaba ocurriendo. El japonés de a pie lo sintió rápidamente.
La temporada de tifones generalmente se intensifica a finales del verano y no en junio como ocurrió ayer. El Tifón N º 4 ha sido el undécimo en golpear tierra firme en junio desde que la Agencia Meteorología comenzó a llevar estadísticas en 1951. El tifón más antiguo en ingresar al continente llegó el 25 de abril de 1956.
¿Qué ocurrió? De acuerdo con la Agencia, una gran masa de alta presión se formó en el Pacífico y llegó hasta el sureste de Japón entre el 14 y el 18 de junio con altas temperaturas de verano cercanas a 30 grados centígrados, y que se sintieron en 60 puntos del país. El Tifón N º 4 comenzó a moverse por efecto de ese sistema de alta presión y la tormenta que provocó trazó un amplio arco a lo largo de su borde.
Normalmente, los sistemas de alta presión del Pacífico son muy débiles, y los tifones pasan frente a Japón, sin contratiempos, sobre el mar. Esta vez, sin embargo, el sistema de alta presión dirigió el tifón en dirección a tierra firme de Japón. En circunstancias normales no tenía porqué atravesar el país.
El Tifón N º 5, que a esta hora pasa frente a Taiwán, al sur del Mar de China, puede sufrir el mismo efecto que el Tifón Nº4. El informe satelital de su trayectoria lo trae hacia la isla de Kyushu.
Los meteorólogos japoneses creen que el Nº5 provocará fuertes lluvias y vientos inusuales. Debido a la cantidad de agua que caerá en una sola semana por efecto de dos tifones, los temores de inundaciones y deslizamientos de tierra son mayores.