Neymar, estrella en ascenso del fútbol brasileño, considerado el auténtico heredero de Pelé en el Santos y al que pretenden varios clubes europeos, se ha convertido en un fenómeno publicitario en su país, en el que su imagen está asociada a los productos más diversos.
De bancos a calcetines, pasando por móviles, calzoncillos, productos de higiene personal y autos, Neymar entra todos los días en millones de hogares brasileños gracias a los anuncios que protagoniza en los medios de comunicación, que han convertido su figura, coronada por una cresta estilo mohicano, en tan popular como sus goles y regates.
Según Fabio Pinto Ferreira, socio y director de Pluri Consultoría, empresa dedicada a estudiar el mercadeo deportivo, «Neymar es un fenómeno de mercadotecnia que está a punto de convertirse en la principal figura futbolística de los próximos años, comparable sólo con Pelé».
«Por la edad y la trayectoria puede superar a Ronaldo e igualar a Pelé, a pesar de que jugaron en épocas diferentes», dijo a Efe Pinto Ferreira.
Su presencia es tan ubicua que, en opinión de algunos especialistas del sector, eclipsa en los anuncios a estrellas que han reinado en la publicidad local, como los exfutbolistas Pelé y Ronaldo Nazario o la modelo Gisele Bundchen.
Según la revista France Football, Neymar está entre los futbolistas mejor pagados del mundo, con unos ingresos anuales de 13,8 millones de euros (unos 17 millones de dólares), la mayor parte provenientes de contratos publicitarios y de patrocinadores.
Para costear el salario del jugador de 20 años y evitar su marcha al fútbol europeo, el Santos se asoció hasta el Mundial de 2014 con un grupo de patrocinadores, entre ellos Nike, Volkswagen, Panasonic, Red Bull, Tenys Pé Baruel, Lupo, Ambev, Claro, Unilever y el banco Santander, cuyos productos promueve el delantero.
Su popularidad es tal que el año pasado apareció en la serie juvenil «Malhaçao», del canal de televisión Globo, y la canción «Eu quero tchu, eu quero tcha», del dúo Joao Lucas & Marcelo, habla de su protagonismo social, mientras decenas de jovencitas se han tatuado su nombre en distintas partes del cuerpo.
Debido a sus compromisos publicitarios, que incluyen grabaciones y participaciones en eventos, el jugador ha tenido que recurrir varias veces a helicópteros para hacer sus desplazamientos y poder llegar a tiempo a entrenamientos y partidos.
Un reciente estudio de Pluri señaló que por el precio que el Santos pagó por sus derechos deportivos, sumado el valor de la cláusula de rescisión del contrato y llevando en cuenta aspectos como edad, regularidad, títulos y retorno financiero, el pase del jugador está cotizado en 137,5 millones de reales (unos 68,2 millones de dólares).
Especialistas en mercadotecnia consideran que su exposición mediática está cerca del tope y su próximo paso debe ser marcharse a un club europeo para ser un ídolo de talla mundial en clubes como el Real Madrid, el Barcelona o el Chelsea, que han mostrado interés en su ficha.
«Neymar tiene potencial para llegar y ser ídolo en Europa, pues está técnicamente en un gran momento y desde el punto de vista publicitario tiene carisma para conquistar el viejo continente con un estatus de estrella», señaló a Efe Eduardo Rezende, director de la agencia Brunoro Sport Business.
Para Rezende, «el desafío para Neymar ahora es el Mundial de 2014, en el que será la referencia de Brasil, y conquistar la medalla olímpica en Londres», el único trofeo que falta en la vitrina del laureado fútbol brasileño.
A pesar de los millones que su imagen genera en el mundo de la publicidad, el seleccionador brasileño, Mano Menezes, considera que Neymar «está demasiado expuesto», pues como deportista necesita ejecutar bien tres cosas para rendir lo que se espera de él en los campos de juego: «entrenarse, alimentarse y reposar».
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