Seguro que muchos de los centenares latinos que residen en Shimotsuma, Shimodate, Yuki y Tsukuba, en la provincia de Ibaraki, han visto alguna vez el Monte Tsukuba, pero son pocos los que se han decidido a escalarlo.
El llamado en japonés Tsukuba-san, es apreciado desde los tiempos antiguos. Los japoneses del siglo VII expresaban su belleza con una frase: «Del Oeste, el Monte Fuji. Del Este, el Monte Tsukuba». La comparación con la montaña más alta del país (3.776 metros) aparece también en una leyenda. Un día, un Dios pidió al Monte Fuji pasar una noche allí pero éste lo rechazó. No obstante, el Monte Tsukuba sí lo aceptó. Desde entonces la gente lo visita durante todo el año mientras la cima del Fuji está cubierta por la nieve en buena parte del año y no recibe tantos montañistas.
El Monte Tsukuba no es tan alto como el Fuji, pero se aprecia con facilidad porque resalta en la llanura de Kanto. Tiene faldas amplias y su forma es elegante. Cuenta con dos picos; el Nantai-san (monte del cuerpo masculino) de 870 metros de alto, y el Nyotai-san (monte del cuerpo femenino) de 877 metros. En la mitad de la ladera de la montaña está el santuario sintoísta Tsukubasan Jinja, dedicado a los dioses fundadores de Japón, Izana-gi no mikoto y su esposa Izanami no mikoto. Por lo tanto, el santuario esconocido como un buen lugar para pedir buenas relaciones matrimoniales, por el encuentro de una pareja, prosperidad en los negocios y para alejar las desgracias.
Vale la pena escalar el Tsukuba-san aunque sea una vez porque se puede disfrutar de una panorama magnífico desde su cima, y durante el recorrido será fácil encontrar variadas plantas silvestres. Subir allí desde la falda no es complicado ni el camino es largo, unas cuatro horas de subida y bajada. Otra opción para llegar a la cima es tomar un teleférico o el funicular que salen desde distintos puntos.
El boleto de teleférico cuesta 600 yenes para los mayores de 12 años, y 300 para los menores; y en caso de ida y vuelta, 1.070 y 540 respectivamente. Tomar el funicular cuesta 570 yenes para los mayores de la edad mencionada y 290 para los menores, 1.020 y 510 ida y vuelta. Para quienes deseen caminar menos, pueden subir en coche hasta el estacionamiento Tsutsujigaoka. El trayecto de ida y vuelta es de dos horas aproximadamente.
Es recomendable ir con ropa cómoda o deportiva y zapatillas. Es un buen ejercicio y le hará sudar la gota gorda. Otro encanto de esta excursión esbañarse luego de bajar. Los hoteles ubicados cerca del santuario ofrecen sus ofuro que le harán refrescarse y relajarse de los dolores musculares. La entrada es de mil yenes aproximadamente. (EH/IP Digital)
RECORRIDO SUGERIDO
1- Llegar al santuario sintoísta Tsukubasan Jinja en autobús, en taxi o en coche. Se puede aparcar el coche en un estacionamiento municipal.
2- Rezar en Tsukubasan Jinja. Hasta el estacionamiento de Tsutsujigaoka son 2 km.
3- Tomar el camino de la derecha rumbo al estacionamiento Tsutsujigaoka.
4- Hay una cafetería y un baño en el estacionamiento. Se puede llegar hasta allí en coche y empezar la caminata allí mismo. También se puede tomar un teleférico en ese mismo lugar. Hasta la cima hay 1,8km.
5- Visitar el Benkei no nanamodori. Una roca gigante tan poco asegurada que el monje heroico y legendario Benkei, a finales del siglo XII, se dio la vuelta siete veces antes de pasar por ella por miedo de que se le derrumbase encima.Llegar a la cima.
6- Hay una pequeña capilla del Tsukubasan Jinja. Hasta el Santuario inicial son 2 km.
7- Almorzar y descansar.
8- Si está cansado, se puede bajar en funicular.
9- Llegar al santuario sintoísta.
10- Tomar un baño.
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