Gobierno japonés acuerda doblar el impuesto sobre el consumo para 2015

Iniciativa sería presentada en la Dieta en la primera sesión del año

El gobernante Partido Democrático (PD) de Japón ha acordado un plan para aumentar el impuesto sobre el consumo de manera progresiva, desde el 5 por ciento actual al 10 por ciento en 2015, informó el diario económico local Nikkei.

La reforma fiscal, consensuada tras días de disputas internas dentro del PD del primer ministro, Yoshihiko Noda, prevé aumentar inicialmente en 2014 el impuesto sobre el consumo hasta el 8 por ciento y un año más tarde hasta el 10 por ciento.

Se espera que el Gobierno redacte el borrador final y lo presente a la Dieta (Parlamento) en la primera sesión del año, en la que deberá convencer a los partidos de la oposición y solventar las controversias en el seno de su propio partido, en el que la medida ha supuesto ya la dimisión de diez legisladores.

En este sentido, Noda se mostró capaz de solucionar las diferencias en su partido y afirmó sentirse fuerte para afrontar «este problema», al tiempo que calificó la reforma fiscal como «la culminación» de su carrera política, indicó el rotativo.

La ley también podría incluir la reforma del sistema de seguridad social para cubrir los costes derivados de una de las sociedades más envejecidas del mundo y con mayor esperanza de vida, y la revisión del gasto administrativo, con medidas como la reducción del número de escaños en la Dieta o de los salarios de los funcionarios públicos.

Con esas medidas Noda pretende reducir la desorbitada deuda pública, la mayor del mundo industrializado y que duplica su Producto Interior Bruto, la persistente deflación y la fortaleza de su divisa, que perjudica a los exportadores.

Noda, ex ministro de Finanzas, ya anunció al asumir el cargo a finales de agosto que la reforma fiscal sería una de sus prioridades, un plan que, además, servirá para paliar la costosa reconstrucción del país tras el terremoto, tsunami y crisis nuclear que asolaron el noreste del país en marzo.

A pesar de que la medida es muy impopular y amenaza con enfriar el consumo privado y la inversión empresarial, Noda espera contar con la comprensión de sus ciudadanos para mejorar la situación financiera del país, que ha empeorado con la desaceleración de las principales economías mundiales y la crisis en la eurozona. (EFE)