El Santos ha perdido 4 a 0. No hizo historia y ni por asomo estuvo cerca de lo que soñó. No obstante, le queda un consuelo. Ha caído ante una leyendaviviente del fútbol. Barcelona se ha proclamado campeón Mundial de Clubes FIFA 2011.
Barcelona hizo un partido completo porque cumplió el plan trazado. Controlar la pelota y desaparecer, primero a Neymar, y luego a cada uno de los brasileños que podían significar un problema en la creación de fútbol y en la finalización de las jugadas.
El deslumbrante juego del Barcelona desactivó a Ganso, el hombre que debía colocar las pelotas a Neymar y Borges, y le convirtió en poco menos que un zombi sobre el campo. Ganso deambuló viendo pasar la pelota y sucesivamente a Xavi, Iniesta y Messi.
El primer gol llegó a los 15 minutos de los pies de Messi que recibió un hermoso pase de Xavi, quien controló la pelota con el taco, con la pierna en alto, como si fuera un bailarín de ballet, para inmediatamente colocar el balón a la espalda de los defensores del Santos. Messi hizo su trabajo de manera sencilla.
El 2 a 0 llegó fue obra de Xavi y el tercero de Cesc a los 24’ y 44’ minutos. El primer tiempo terminaba con un inapelable 3 a 0.
SANTOS HORRIBLE, BARÇA SUPREMO
Es cruel decirlo, pero no se recuerda una diferencia tan abismal entre dos finalistas del del Mundial de Clubes, y tampoco entre las finales intercontinentales jugadas en Japón desde 1980.
Hay quienes vaticinaban que una vez lesionados Villa y el chileno Alexis, el Santos no perdería 3 a 0 sino por apenas 1 a 0. Es decir, que iba a perder de todas formas. Lo que pocos supusieron fue que el cuadro brasileño iba a jugar tan horrible como para terminar goleado.
Se esperaba más lucha, más intensidad y más fútbol, pero el miedo y el planteamiento del partido, un 3-5-2, liquidaron las aspiraciones del cuadro blanco.
En el segundo tiempo, el Santos intentó recuperar el atrevimiento y la pelota, o sea hacer honor a su nombre, a su prestigio y a su escuela, pero cada vez que lo hizo tuvo una respuesta contundente y fantástica del Barcelona. Control de la pelota y brillantes jugadas personales de Xavi, Iniesta, Messi, Thiago o el mismo Daniel Alves, que en este partido apareció en ataque cuantas veces lo quiso.
El cuarto gol nació en sus pies. Alves apareció por la izquierda, la banda opuesta a su zona de marcación, y la tocó para Messi que definió de manera magistral ante el golero Rafael Cabral.
Barça pudo aumentar la cuenta a 7 ú 8 goles en el segundo tiempo. Iniesta, Alves y el propio Messi tuvieron sus oportunidades.
Santos algo hizo, pero no aprovechó ninguna de esas ocasiones por obra y gracia del arquero español. Un mano a mano de Borges ante Valdés en el primer tiempo que el meta controló casi sobre la línea y dos cara a cara que Neymar desperdició, obligaron a restificar cualquier opinión de que el golero catalán no encajaba goles porque el equipo contrario no tenía la pelota. Valdés demostró que también puede ser considerado uno de los mejores del mundo.
De esta suma de factores, el cuadro brasileño jamás estuvo cerca de poner en riesgo el triunfo catalán y ni siquiera intentar empatar el partido.
CANTERA CAMPEONA
Santos desapareció de escena como le ha pasado a casi todos los equipos que vienen intentando discutirle el partido al Barcelona. Mantiene una supremacía en la propia Liga Española, a pesar de ir segundo, ha arrasado en todos los campos de Europa y ahora marca una distancia considerable sobre Sudamérica.
Barça puede ufanarse además de haber ganado el Mundial de Clubes con lo mejor de su cantera sobre el césped. El equipo no es una suma de grandes nombres traídos de varias latitudes, ya formados y ya hechos estrellas.
Guardiola jugó con nueve hombres formados en su propia escuela de fútbol y con el ingreso de Fontas y Pedro en el segundo tiempo, bien podría decir que ganó el título con once canteranos.
En suma, este Barça sigue haciendo historia y también leyenda. No se duerme sobre los títulos conseguidos y se reinventa siempre. Los 68.166 espectadores que hoy presenciaron la final en Nissan Stadium no olvidarán jamás a este equipo y la TV perpetuará la fantasía de su juego hasta que el recuerdo de ídolos como Pelé, Maradona, Platiní o Ronaldo, vaya quedando cada vez más y más lejanos, quizá hasta el olvido. (Luis Álvarez-International Press)
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