Ambas promoverán intercambio cultural, artístico, económico y turístico
En un marco festivo, entre cantos y danzas, se celebró en la Plaza de Armas de Urubamba la suscripción del Memorándum de Entendimiento con miras a un Acuerdo de Hermanamiento entre la provincia de Urubamba, ubicada en la Región Cusco, y la ciudad de Takayama, ubicada en la Prefectura de Gifu. Se trata del segundo hermanamiento entre ciudades del Perú y Japón.
La ciudad de Takayama, conocida como “El Pequeño Kioto”, se sitúa en el renombrado valle de Hida que alberga la tricentenaria Villa de Shirakawa-go, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta ciudad recibe alrededor de cinco millones de turistas al año y goza de gran prestigio por su producción de agrícola y ganadera, en particular, la cotizada carne de res de Hida-Takayama. La ahora ciudad hermana de Urubamba ha mantenido un vínculo muy cercano con el Perú, que se ha visto fortalecido a partir del establecimiento del Consulado Honorario del Perú en Takayama, en julio de 2009, y la organización de actividades conjuntas como la presentación del maestro pianista Juan José Chuquisengo, el “Festival Perú” y diversas exposiciones culturales.
La provincia de Urubamba se sitúa en el denominado “Valle Sagrado de los Incas”. Este fértil valle es conocido además por su gran producción de maíz gigante del Cusco. Probablemente, por ello, los Incas construyeron sus principales monumentos arquitectónicos y centros poblados en esa zona. En efecto, la «Provincia Arqueológica del Perú» alberga importantes edificaciones en Ollantaytambo, Chinchero, Marás, Yucay, destacando la ciudadela de Machu Picchu.
El Memorándum de Entendimiento contempla que ambas partes promoverán el intercambio artístico, cultural, turístico y económico, así como el intercambio de personalidades que contribuyan a un mayor entendimiento y acercamiento mutuos. Luego de firmar el mencionado documento, el Alcalde Provincial de Urubamba, Benicio Ríos Ocsa, celebró el compromiso obsequiándoles ponchos al alcalde de Takayama, Michihiro Kunishima, y sus acompañantes. Toda la población festejó el acuerdo con un colorido pasacalle.
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