Seguro que a ella le habrá dolido la mejilla y a usted la mano, sin embargo a ambas les dolió más el corazón, es mejor hablar y sobre todo escuchar, dice la psicóloga Tanaka.
Por la psicóloga Nélida Tanaka*
Consulta: “Mi hija se está poniendo cada vez mas insolente y contestona. Cuando estaba en Perú era una niña muy dulce y siempre me contestaba educadita. La dejé a los 2 años con mi mamá pero siempre le llamaba. Hice también que nunca le falte dinero, siempre mandé adelantado, en ese sentido ella tuvo todo lo que quería. Aunque su papá no podía visitarle, yo fuí dos veces en estos años y me quedaba unos dos meses para que podamos estar juntas. Ahí siempre fue obediente y bien comportada. La traje conmigo a los 12 años, ahora ya va cumplir sus 13. Varias veces me ha contestado feo, la otra vez ya no pude controlarme y le di una bofetada. Me miró con mucha rabia y me dijo que me odiaba y que nunca había querido venir a Japón. Sus palabras me hirieron muchísimo. Yo nunca le respondí a mi madre. No sé, pero seguro debe haber una mala influencia de sus compañeritos de colegio, si no no puedo comprender su actitud.”
Respuesta: Me imagino que se encuentra con muchos sentimientos encontrados. Le dolió las palabras de su hija, le da rabia por su comportamiento, algo que usted nunca hizo. También infiero que siente remordimiento por haberla dejado por todos estos años, y tal vez algunas veces se arrepiente de haberla traído. Todos estos sentimientos, dolorosos, son propios de los padres que tuvieron que dejar a los hijos por una razón o por otra. Por otro lado, hay todo un futuro para poder llenar el hueco de los años.
La relación entre padres e hijos no es tan solo la biológica o material. Uno va edificando la relación acumulando día a día las experiencias conjuntas, no somos padres automáticamente sino que nuestros hijos nos enseñan a que lo seamos a través de la interacción diaria.
Primero, es normal que los niños, a medida que vayan creciendo estén más rebeldes y “contestones”, es como le dicen “la edad del burro” cuando se ponen rebeldes algunas veces sin razón convincente. Vea que éstos son los primeros intentos de independencia, de formar su identidad propia, aunque sean todavía inmaduros. En ese sentido piense que su hija está desarrollando, que ya no obedece como de pequeña, son sus intentos de independencia, de crecimiento. Ella está aprendiendo a expresar sus ideas, sus opiniones, por lo que ser “contestona” tiene sus lados positivos.
Por otro lado, no tome al pie de la letra que le haya dicho que le odia. El ser humano, tanto adultos como menores algunas veces decimos cosas en el ímpetu del momento. Muy en el fondo, los hijos siempre buscan el cariño y la atención de los padres. Seguro que a ella le habrá dolido la mejilla y a usted la mano, sin embargo a ambas les dolió más el corazón. Posiblemente estas palabras fueron su reacción por haber sido golpeada. Sin embargo, acciones usando la fuerza física pueden dar lugar a resentimientos. Así que es mejor utilizar la conversación, hablar y en especial, escuchar. Sea sincera con respecto a sus sentimientos, dígale como se sintió por sus palabras y también será importante tener la entereza de disculparse cuando sienta que se haya equivocado. Verá que esta actitud sincera nutrirá y fortificará una relación positiva entre ustedes. Verá cómo se sentirá ella al ser escuchada y aceptada por usted,.verá que estas experiencias conjuntas ayudarán a llenar el hueco de la ausencia.
De todos modos, como padres también tenemos que establecer límites. Tenemos valores que no podemos ceder. Puede que algunas veces se produzcan choques por esta razón, pero si está convencida de que ese límite es necesario, es importante mostrarlo con firmeza, esta actitud de fortaleza al final de cuentas les dará estabilidad emocional.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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