El trastorno es una anomalía del cerebro, libérese del sentimiento de culpa, dice la psicóloga Nélida Tanaka.
Por Nélida Tanaka*
Consulta:
«Mi hijo está en el cuarto año de primaria, su profesora me dijo que tiene algún problema y que debería ir para ver que tiene, parece que no juega con nadie en el colegio, que no habla mucho y se está atrasando en el estudio. Fui a un hospital y le diagnosticaron que tiene trastorno del espectro autista. Estoy confundida, porque no me dijeron nada cuando le hicieron la revisión médica antes de que entre a la escuela. De chiquito no hablaba mucho, es cierto, pero mis amigas me decían que era porque estaba confundido por la diferencia del japonés y el español. Él estuvo en dos jardines porque cambiamos de trabajo. Deberíamos haberlo tenido en un solo jardín pero no nos quedó otra. Llegaba muy cansada del trabajo, debería haberle prestado más atención de chiquito. Mi marido no me dice nada pero siento que me está reprochando”.
Respuesta: Realmente es algo muy duro para los padres que nos digan que nuestro hijo tiene algún problema. Por un lado, es difícil aceptarlo y por otro lado, nos remuerde la conciencia, nos culpamos de todo lo que no pudimos hacer por ellos. Sin embargo, líbrese de este sentimiento de culpa, este trastorno se debe a anomalías funcionales del cerebro, esto lo debe aclarar también con su esposo.
Este trastorno se caracteriza por lo siguiente:
1) Anomalías cualitativas en la interacción social. Su interés en otros es limitada y les es difícil comprender las reglas sociales y ponerse en la posición de la otra persona por lo que se aíslan de otros o tienen una comunicación unilateral.
2) Anomalía cualitativa en la comunicación. Muestran dificultad para captar las sutilezas de la comunicación por lo que las palabras son tomadas literalmente. De pequeños muestran ecolalia (perturbación en el lenguaje), entonación anormal, uso de jergas que asemejan ser palabras pero que no tienen significado.
3) Intereses restringidos y comportamientos rígidos. Tienen interés limitado en letras, en movimientos mecánicos, etc. Muestran perseveración en movimientos corporales como aleteos de los brazos, saltos repetidos, deambulación, etc. Estos movimientos surgen en especial cuando están tensos y ansiosos por lo que no se los debe parar, es una manera de tranquilizarse. Es más importante identificar y evitar la causa de la tensión. En especial son muy sensibles a los cambios de la rutina. En caso de cambios, deben ser informados por adelantado.
Además, algunos tienen hipersensibilidad hacia los estímulos sensoriales, especialmente los auditivos. Les es difícil captar las instrucciones verbales por lo que es más efectivo utilizar los medios visuales para que puedan comprender. Sea simple, concreto y directo al hablarle.
En la escuela, se le recomienda una atención personalizada que se ajuste a sus necesidades, los cursos de soporte especial (tokubetsu shien gakkyu) y escuelas de soporte especial (tokubetsu shien gakko) para trastornos mas severos.
Tenga paciencia, vea y apoye los puntos positivos de su niño. El hijo del ganador del premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe es un compositor musical a pesar de tener discapacidad intelectual y ceguera. Los padres identificaron su interés inicial en el trino de los pájaros y le alentaron musicalmente.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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